Toda mi tristeza y amor

Nada

Ya está amaneciendo. El viaje fue un tanto más largo de lo que esperaba, pero está bien porque logré ver cosas interesantes en el camino.
Nunca me creí capaz de llegar por mí misma a un lugar tan hermoso, pero ahora, de frente al extenso mar de aguas transparentes y arenas blancas creo que puedo permitirme albergar un cierto sentimiento de orgullo.
Tal vez la falta de compañía intimide un poco, pero me siento tan a gusto que no puedo pensar en ello. Claro que mantengo una o dos personas de confianza al tanto de lo que ocurre, pues no es prudencial que una chica joven y en vías de sentirse amada por sí misma esté sola y sin protección en Este mundo.

Luego de haberme acomodado con todas mis cosas, salí a explorar el lugar (¿cómo era que se llamaba?). Como esperé, está realmente desierto, no importa donde mire o busque. Nada. Como un lugar únicamente para mi.
La playa, suave brisa trayendo el olor de dulces flores, muestra un mar calmo, y un cielo de un gris claro casi tan puro como el de mis ojos.

Caminando, finalmente llego al lugar más hermoso que pude haber encontrado: a unos cien metros del lugar donde llegaban las olas en ese momento, aún sobre la blanca arena, se alza, casi a la vista pero oculto por una erosionada gruta, un viejo y algo oxidado carrusel de aspecto simple, con hamacas y pequeñas luces como adorno. Se evidencia a cierto abandono, algunos montoncitos de pasto dispersos alrededor del viejo monumento…
Sin darme cuenta el cielo se oscureció, y pronto se desató una leve tormenta. ¡Por suerte hay una guarida aquí cerca! Además, brinda una vista maravillosa.
El interior de la gruta resultó bastante más cómodo de lo que creí, y al momento acabé quedándome dormida.

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Abro los ojos. Llega a mi una tenue luz desde el "cielo" a mi izquierda, pero aun no puedo ver del todo bien. De a poco regresa la sensibilidad a mis entumecidos miembros y sentidos. A lo lejos veo acercarse un recuerdo, y puedo tener la certeza de saber qué pasó.
Y ahora se que las cosas hermosas pueden engañar, y que las situaciones cambian. Una vez que pasó algo, porque Algo pasó, ya nada vuelve a ser igual que antes.