Toda mi tristeza y amor

Al cielo multicolor que se extiende frente a mi

Porque los días pasan
Y aún no estás a mi lado

Se que hago mal si lo intento. "Es solo una prueba, qué puede pasar?", dice a veces el diablo que descansa sobre mi hombro izquierdo, y al pensarlo un poco se que me arriesgo mucho, pero aún lo quiero.
Eso. Lo quiero tanto como una persona racional puede querer algo así. ¿Que qué es lo que quiero? Pues eso, lo que deseo, desde hace algún tiempo lo conozco pero creo que siempre lo he querido, hasta el punto de no saber qué me desespera, pero sí que lo hace cuando no lo tengo.
Algunas veces es un vacío extraño, como si me fallara el codo de mi mano hábil, y siento un torbellino de angustia en el pecho. Otras, es como si nada funcionase, todo a mi alrededor se desmorona aplastándome a su paso, y me siento incapaz de hacer siquiera algo además de llorar abrazando mis peluches, deseando que llegue quien me consuele.

Aunque puede parecer tonto de mi parte, aún espero que llegue. Por mis características no es difícil imaginarlo, pero se que la realidad no suele ser como lo esperamos, y siempre surge con sorpresa incluída, sea para bien o para mal.
Ya puestos, creo que puedo decirlo con sinceridad: la falta de satisfacción de esta necesidad puede llegar a provocarme desconcierto, infelicidad, sonrisas falsas, pensar en ello incluso en buenos momentos, ira, desgano ante prácticamente todo, infelicidad, sentir que todo es malo aunque la luz brille (o solo por eso) y que sería mejor desaparecer, y no solo de esa forma única que me sale… pero, a pesar de todo, o quizás gracias a estas emociones, puedo sobrellevarlo. Al fin y al cabo, no podría acabar con esto sin antes satisfacer mi deseo. Y es que jamás podría acabar con mi latir cuando se que hay alguien ahí afuera esperando por mí; alguien que ama el total de lo que soy me hace amarme y sentir ese amor también hacia su persona, y me apoya y consuela, sabiendo que yo haré igual si lo necesita.

Es temprano, el sol recién está despuntando, y en el cielo se puede ver ese leve vestigio de luna que representa todo lo que siento. Y lo que sientes, porque se que es mutuo, o al menos en algún momento lo fue.
Rodeando esa fina curva blanca en el cielo, los colores se entremezclan de la forma única que solo se puede ver a esta hora. Recuerdo su sonrisa y la forma en que me hacía sentir un cosquilleo en todo el cuerpo, casi tan duradero como el que sentía cuando me decía "Te amo", o me llamaba "Amor", dejando en mi rostro una sonrisa boba impresa. Todo se siente tan lejano ahora…

Al cielo multicolor que se extiende frente a mi: se que no soy una persona perfecta, hermosa, inteligente, fuerte, capaz y que hace cosas igualmente hermosas, pero asimismo se que, aunque un poco tarde, quien me hizo sentir que todas esas palabras son sinónimos de mi nombre llegó a mi, y deseo no llegar tarde a ofrecerle ayuda. A darle mi amor.
Deseo encontrarlo.