F O U R

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Damian observó como Drake se sentaba junto a un hombre, sus piernas colgando del borde del techo, él permaneció escondido en las sombras. Se suponía que no debía estar fuera, ya que estaba descansando debido a una laceración en su muñeca, pero Damian no iba a sentarse y no hacer nada por todo un día, por lo que pensó en seguir a Drake, ya que era el único al que no le importaría.

Su hermano supo que él estaba allí, observando.

Drake no dijo nada una vez estuvo situado al lado del borde. Simplemente se sentó allí, con los ojos en el suelo, la expresión facial calmada y su lenguaje corporal relajado.

Aquello confundió mucho a Damian, Drake no estaba haciendo nada.

Pero una cosa que había aprendido, sin embargo, era que Drake siempre tenía una razón para hacer las cosas que hacía. Era como si la vida fuera un juego de ajedrez, y Drake intentaba ganar de la manera más eficiente posible; cada movimiento que hacia en el campo, cada última elección, era premeditada e inteligente. Todo lo que hacia tenia un propósito.

Y por eso, Damian esperó.

-¿Vas a saltar?- Dijo Drake, sin dejar de mirar la ciudad debajo de ellos, con voz sin prejuicio o ira, simplemente calmado como si se estuviera dirigiendose a un compañero de trabajo o un viejo amigo.

Damián siguió prestando atención, acomodándose mientras los observaba.

-Tal vez- respondió el hombre con voz hueca. -No veo por qué no.

Drake suspiró, pataleando al aire un poco.

Se quedó en silencio de nuevo.

El hombre se sentó junto a Drake y agachó la cabeza.

-¿Qué te detiene?- Preguntó Drake.

-Yo ... No lo sé- el hombre susurró de vuelta con voz ronca.

El silencio volvió a caer sobre ellos. Este método era extremadamente largo, y Damian se encontró dudando de su hermano. Sin embargo, esperó y observó, guardando silencio y escondido.

-También he estado allí.

El hombre miró a Drake con brusquedad, una sorpresa evidente en su expresión, que reflejaban también el impacto de Damian.

¿Que estaba haciendo? Drake sabía que estaba allí, sabía que Damian estaba observando y escuchando, así que, ¿por qué ... por qué estaba hablando de su dolor? ¿De su debilidad?

Drake continuó mirando hacia abajo, con expresión pensativa.

-Es verdad- dijo. -Me he sentido débil, menos que eso, no amado, indigno y roto más allá de lo que puedas imaginar- Drake parpadeó, y Damian miró con un ceño fruncido al cielo cuando comenzó a lloviznar . El uniforme de Drake no le ofrecía protección en la cabeza contra la lluvia, se enfermaría.

Parpadeó, dándose cuenta de que Drake todavía estaba hablando.

-He puesto un cuchillo en mi piel, y he pensado en saltar sin una red que me atrape.

-Pero, no puedes hacerlo- respondió el hombre, poniendo una mano en el hombro de Drake. -No puedes.

Drake levantó lentamente la cara para encontrarse con la mirada del hombre.

-¿Por qué no?

El hombre se detuvo, vacilando, y Damian esperó la respuesta, curioso en cuanto a lo que diría.

-Porque ... eres un héroe. Si no salvas a la gente que Batman y los demás no pueden, ¿quién lo hará?
Drake sonrió suavemente, dándole palmaditas a la mano en su hombro antes de apartarla y volver a mirar la ciudad.

Damian Wayne «One-Shots»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora