Damian Wayne «One-Shots»

T H I R TE E N

Injustice2 - Damian Wayne x lectora 

"Oscuridad" / Parte 2

De todas las personas en el universo, tu alma gemela tenía que ser Damian Wayne. La vida había sido cruel contigo toda tu vida, pero ahora es solo reírte en tu cara. ¿Cómo podrías amar a alguien como él? Cuando eras un villano, todo lo que hiciste fue robar lo que querías, pero eso terminó cuando causaste la masacre de tantos inocentes. Te entregaste sin dudarlo, pero eso no impidió que Deadshot te volara la pierna. No fue intencional, él tenía la intención de matarte y, honestamente, deseabas no haber sobrevivido. Él te había visitado antes de que te liberaran, diciendo que tenías suerte de estar vivo.

—No es tan frecuente que deje que mis objetivos vivan—había dicho Floyd, asintiendo con la cabeza hacia tu pierna, —pero tengo que decir que me alegro de haberlo hecho.

—¿Por qué estás aquí, Lawton?—Preguntaste, tratando de contener tus lágrimas.

Se inclinó hacia adelante, agarrando el teléfono con fuerza —Me estoy asegurando de que hayas aprendido tu lección.

—Aprendí mi lección en el momento en que me di cuenta de lo que había hecho— dijiste con cansancio. —Era una niña tonta que pensaba que podía salir adelante con cualquier cosa porque tenía superpoderes. Me tiraron de mi caballo  y me costó seis vidas inocentes. Para ser honesta, desearía que me hubieras matado. Morir es lo único bueno que soy capaz de hacer.

Se había mantenido en silencio durante mucho tiempo, observando mientras te limpiabas las lágrimas.

—Cuando salgas de aquí, te ayudaré a que te recuperes.

Se había ido sin decir una palabra más, y nunca entenderías por qué te ayudó. Cuando te dejaron en libertad, te estaba esperando en un auto en marcha, una nueva pierna protésica y las llaves de una cabaña aislada en Islandia. Nunca habías experimentado algo como eso en toda tu vida.

Te echaste a llorar al darte cuenta de lo mucho que él habia hecho por ti, y que no pidió nada a cambio. Te quitó la pierna, pero te había dado una nueva vida para que pudieras vivir en paz. Ojalá hubiera durado más tiempo, pero como habías dicho muchas veces: la vida fue cruel contigo desde siempre.

Jugueteando con las manos, pensabas en quién pasaría por esa puerta a continuación. Honestamente, preferirías permanecer allí sin ser molestada y morir sola, pero sabías que eso no era realista. Otra cosa a la que esperabas irrealmente es que alguien te saque, pero eso definitivamente tampoco iba a suceder. Incluso si Batman tiene villanos de su lado, no se molestaría contigo. Ni siquiera puedes usar tus poderes sin asustarte, eras  absolutamente inútil para quien te quiera aquí.

Los ruidosos mecanismos de la puerta te sacaron de tus pensamientos, haciendo que tus ojos se fijaran en la puerta. Era Damian otra vez, pero no estaba solo. Entró con un grupo de personas, tanto superhéroes como supervillanos. Te sorprendió ver a Ra's al Ghul entrar a la habitación y tomar asiento delante de ti. Este no era del régimen.

—Me disculpo por haberte sacado de tu hogar, (T/ N), pero creo que puedes ayudarnos a evitar que el mundo siga pereciendo—dijo Ras, haciendo un gesto alrededor de la habitación. —Todos hemos sido afectados por los pecados de la humanidad, y si no actuamos ahora, todo el planeta y todo lo que hay en él pagará por nuestra culpa.

—¿Por qué yo?— Le preguntas en voz baja. —No puedo hacer nada para ayudarte.

—Pero si puedes—, respondió él. —Tal vez no te des cuenta, pero te necesitamos. Puedes renacer en alguien mejor, alguien que puede cambiar el mundo.

—No puedo hacer nada bien—, dijiste, limpiando tus lágrimas.

—Sí, puedes, (T / N).

Tus ojos se ensancharon cuando escuchaste la voz de Floyd. Observaste mientras caminaba hacia ti y se arrodilló, colocando una mano en tu hombro.

—(T/ N), ya no eres aquella niña tonta— dijo—Eres alguien que ha aprendido de sus errores, y ese es el mejor tipo de persona para hacer el bien. Puede que no sea la persona indicada para decirte esto, pero los héroes en esta sala estarán de acuerdo conmigo. Eres capaz de hacer el bien, solo necesitas perdonarte a ti misma.

Incapaz de contenerte, envolviste tus brazos alrededor de él y comenzaste a sollozar en su armadura. Estabas demasiado distraída para notar que el resto del grupo salía de la habitación. Tan pronto como la puerta se cerró, Ras miró a Damian.

—No quiero perder a (T / N), la necesitamos para que nuestro plan funcione— afirmó, observando al resto del grupo salir del pasillo. —Damian, confío en que te asegurarás de que (T / N) se mantenga de nuestro lado.