El Caballero del pequeño Rey (Soriku)

IV 》Principito y Dream Eaters

—¡Bien, ya listo de su muestra de afecto, tortolitos! —Empezó Riku separando a los niños de su abrazo.

Ante la atenta mirada del mayor de los cuatros, el de ojos verdes alejó a Sora unos cuantos metros de Kairi se relajó, deseando no tener que volver a ver una escena de esas cursis, le daban náuseas. Con un carraspeo de garganta intentó llamar la atención de Joshua, que solo estaba ahí parado, con uno de sus puños debajo de su barbilla y sus ojos mirando fijamente a Sora.

— ¿Joshua?—llamó el mayor de los niños extrañado.

— Quien diría que llegaría otro príncipe a estos lares…

— ¿Cómo supo que soy uno? —preguntó Sora mientras una de sus cejas se levantó.

— ¿Los príncipes no usan siempre una corona como esa? —dijo riendo con burla  mientras señalaba aquel adorno dorado que reposaba en la cabeza del pequeño—. Bueno, empezemos: mi nombre, como lo dijo el amargado junior, es Joshua.

— ¡Hola, Joshua! Yo me llamo Sora — con una pequeña sonrisa extendió su mano hasta el mayor.

—Ternura~ — se arrodilló a la altura del niño, la tomó y le dio un beso en el dorso, ganándose una mirada confundida de los más pequeños y una reprobatoria de otro—. Tranquilo, Riku. No te quitaré a tu amigo —le regaló una mirada maliciosa al contrario que solo le frunció el ceño enrespuesta—. Bueno, continuando...

》Estamos en el Reino Durmiente. Y no, no hemos dejado tu tierra o algo así —se apresuró a aclarar cuando el niño hizo una cara de pánico y balbucear sobre sus padres trayendo la Segunda (¿o cuarta?) Guerra de la espada. Que le pasaba a ese niño, se preguntó internamente—. El Reino Durmiente solo se entra, pues durmiendo y para salir despertando, lo normal cuando sueñas. Solo que aquí, a diferencia de un sueño normal, cualquiera puede perderse o salir mal.

— ¿Salir mal? ¿Cómo así? Mamá me dijo que los sueños no podrían afectarme porque solo son cosas imaginarias... —Recordó todas las veces que la reina Aqua le decía eso cada vez que se despertaba a medianoche por alguna pesadilla, que sus sueños no lo lastimarían porque no podían ser reales.

— Ojalá fuera así. En el Reino Durmiente hay monstruos, así como en los cuentos de hadas. Y es algo fatal cuando una persona llega sin conocer y se encuentra con esos monstruos y lo atacan.

Sora se asustó a lo que escuchó. No sé imaginaba que hubiera pasado si en vez de haberse encontrado con Riku sino con esos monstruos. No saldría nada bueno, eso estaba seguro. Sus ojos pasaron hasta los de Riku, que lo obsevarba fijamente. Sora le regaló una sonrisa y el peli blanco se sonroja un poco, el príncipe se sentía afortunado que el otro niño estuviera en ese momento e internamente se prometió al menos pagarle al de ojos verdes, aunque lo que sucedió en su encuentro fuera casualidad.

Joshua siguió explicándole sobre que,  a vista de que últimamente venía muchas personas perdidas al Reino Durmiente, varios poblados acordaron reunirlos todos y enseñarles a como sobrevivir. Y que él era como uno de los jefes, especificamente de Ciudad de Paso, y se encargaba de velar por todos y de mandar a los demás de encargarse de varias cosas para mantener la armonía del lugar.

— ¿Alguna pregunta, principito?

— Sí —lo miró seriamente, decidido a decir lo siguiente— ¿Puedo tener un Druin iter cómo Riku? —señalo al mencionado.

— Es Dream Eater, Sora —corrigió el nombrado, haciendo que Joshua riera.

— Por supuesto, principito~ —palmeo sus manos—. Riku, busca al amargadito ese, de seguro esta afuera escuchando música con Beat y Shiki.