La primera vez...

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Es una mañana brillante de pleno invierno, aquí en Gran Canaria muy pocos días al año son verdaderamente invierno. Me levanto de la cama sabiendo que hoy mi vida cambiará, todo lo que conocía, mi anterior forma de ser...
Camino hacia la cocina para desayunar e ir al instituto, mi madre , una cristiana evangélica apartada ha decidido que si Dios le ha dado un trabajo en época de tormentas es porque realmente debe volver al redil y obviamente con ella vamos mi hermano y yo.
Tras desayunar me doy una ducha y me lavo los dientes, no soy la viva imagen de la belleza por más que mi madre se esfuerce en decirme que sí, soy algo rellena para mi edad así que según la sociedad directamente no valgo un duro.
Cojo la mochila, sabiendo que podría estar en peor lugar... sí, me tocó una clase en la que no conozco a nadie, pero al menos ya he hecho dos amigas interesantes que son como yo, solo que mucho más populares.
Suspiro y me despido de mi madre y mi hermano con un simple: "adiós, os quiero."
Camino con el mp3 en mano para ir a casa de mi prima Danna, la odio y a la vez la amo... siempre llego tarde por su culpa pero he de admitir que ella le pone brillo mis mañanas, tras caminar tres manzanas llego a su casa y me encuentro con una Danna recién levantada que simplemente se está estirando el cabello con la plancha. Me conozco su ritual a la perfección; se despierta, desayuna, busca la ropa, se plancha el cabello y se pasa una hora entera maquillándose. Ella es popular y guapa, tiene una imagen que mantener... yo paso desapercibida completamente.
Danna: Hola Natalia, discúlpame... me quedé dormida. ¡Pero solo son las seis y media! Tranquila nos da tiempo.
Yo le sonrió lo más amable que en ese momento puedo, soy muy puntual y odio llegar tarde. Me siento con ella mientras la veo estirarse el cabello y me decido a hablar.
Natalia: Oye Danna... ¿Como es la iglesia a la que vais? - mi madre tenía pensado ir a ella, ahí estaban sus dos hermanas y sus sobrinos.
Danna: Está genial, hay un chico guapísimo que me gusta, se llama Bryce y... uf es tan guapo, Natalia. -técnica y literalmente se le caía la baba a chorros.-  pero tiene novia. -su tono sonó a celos , se notaba que el chico le importaba realmente.-
Natalia: Mira, eres guapísima... puedes conseguir lo que quieras siempre que quieras... -En ese momento Danna estaba aprovechando para hacerme el delineado en el ojo, cosa a la que yo solía negarme rotundamente... pero quizá venía bien algún cambio.-
Danna: Tengo el presentimiento de que algún día el y yo estaremos juntos y nos casaremos. -Admite con una seguridad que me deja pasmada, ojalá siendo yo tan segura, sin duda alguna la admiraba con todas las letras de esa palabra.-
Tras una hora y media (razón por la que obviamente llegamos tarde, salimos de la casa y corrimos como pudimos hacia el instituto, me tocaba matemáticas y mi entusiasmo disminuyó claramente al recordarlo mientras caminaba, no me gustaba el instituto pero mucho menos si empezaba de buena mañana con Matemáticas, en fin, al menos el profesor era divertido.
El día pasó sin muchos acontecimientos importantes, una amiga llamada Aroa y yo habíamos visto a tres chicos mayores bastante guapos, a uno le habíamos apodado "Harry Potter" por sus gafas , al otro "SúperMan" por sus prominentes músculos.. y al tercero no sabíamos cómo describirle, solo que yo me había quedado totalmente hechizada por su carita y su pelo, lo demás poco importaba.
Tras encontrarme con mi prima a la salida subimos hasta mi casa, ella me acompañaría en todo el día de hoy y era la mejor noticia que realmente me podía haber dado ella. Mi madre se alegró muchísimo de verla y se pasaron media hora hablando de aquella iglesia a la que iríamos. ¡Genial! Pensé con nulo entusiasmo, mi abuela me había criado en el catolicismo, si bien es cierto que yo le tenía miedo a las figuras (vírgenes, santos y etc) creía que algo cierto debía de haber en aquello, por lo menos el amor de Jesús... mi padre al contrario era ateo y me recalcaba que el único amor verdadero era el que él y mi madre tenían por mi, era curioso que nombrase también a mi madre, pues ese mismo año se habían divorciado por violencia doméstica y realmente yo no quería verlo ni en pintura.
Llegaba la hora de ir a la iglesia y yo estaba tan nerviosa vistiéndome que no sabía que hacer, me preparé con un panty color negro y una camisa sencilla color azul, mi cabello rizado color cobrizo cayéndome hasta la cintura, a veces me parecía increíble lo rápido que me estaba desarrollando comparada con otras amigas mías, ya me había venido la menstruación y estaba empezando a sacar curvas y adelgazar a la vez.
Tras estar todos preparados decidimos ir caminando a la iglesia, yo solo podía pensar en que todo saliese mal, que todo terminase pronto.
Al llegar allí vi a varias personas ensayar, seis cantando, uno a la guitarra, otro al saxofón y otro a la batería, a la batería estaba el chico que rápidamente identifiqué como el "crush" de Danna, lo que me dejó helada fue ver a el chico sin apodo del instituto allí, tocando la guitarra totalmente embobado viendo a Alice, la chica que cantaba como los ángeles... Alice tenía un hermano que me fue presentado como "Daniel"  con el que sentí cierta conexión que jamás sería resuelta ni descubierta, suspiré y me senté al lado de mi prima, viendo como se comía con la mirada a Bryce, el cual solo tenía ojos para la batería, sonreí pues en aquel momento yo también tuve una cierta espina como que ellos dos acabarían juntos, me lo confirmó el segundo en el que él la miró, sonrió con ternura , sus ojos se iluminaron y volvió su vista a la batería rápidamente.
Al terminar el "culto" nos presentaron a todos los asistentes, por fin supe el nombre de aquel chico que me había gustado desde el instituto, aquel chico de raíces sin duda latinas cuyo nombre era Theodoro.

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⏰ Última actualización: May 05, 2019 ⏰

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