#4: Primer Descubrimiento.

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El detective Min Yoongi se encontraba bajando de su auto con un pequeño maletín en mano.

Suspiró con fuerza y terminó de acomodar su cabello mientras avanzaba hasta la puerta principal de la pequeña casa de Kim. Tocó dos veces y se paró de manera recta mientras esperaba a que el chico lo atendiese.

Al abrirse la puerta, se mantuvo bastante serio ante la mirada sorprendida de Taehyung. Y es que a decir verdad, el rubio no sé esperaba en lo más mínimo que Yoongi hoy llegase con un traje negro bastante formal, el cabello acomodado de manera casi perfecta y unas gafas negras que no tenían el marco completo.

Su piel semejante a la porcelana hacía un bonito contraste con su vestimenta y cabello. El chico parecía muy radiante y eso llamó muchísimo la atención de Taehyung.

Tomó aire de manera disimulada y le sonrió mientras se hacía a un lado para invitarlo a pasar. Complacido, Yoongi ingresó a la vivienda sin más.

—Justo acabo de preparar la cena, ¿Quieres comer algo?

—Oh... no quiero molestar —Apartó un poco su mirada, inspeccionando el lugar—. Esperaré a que termines de comer.

—No serías una molestia —Dijo, siendo bastante sincero—. No seré el mejor chef de Corea, pero tampoco podrás quejarte de mis platillos —Intentó seguir el consejo que Seokjin; el de intentar bromear para evitar incomodidades o tensiones.

—Si lo dices de ésa manera, quizás me encantaría acompañarte —No era para menos el hecho de que Seokjin se hubiese encargado de hablar con él durante la mañana para -casi- obligarlo a ser gentil y carismático con Taehyung.

El rubio sonrió triunfante y se dirigió a la cocina mientras le hacía una señal a Yoongi para que lo siguiese. El detective aclaró su garganta y no tuvo más remedio que hacerlo. Quería hacer de su visita algo corto pero aparentemente estaba a punto de cenar con su cliente, lo cual obviamente alargaría su estadía por aquí y estaba totalmente fuera de su protocolo.

Él solo quería llegar a casa y dormir luego del día tan pesado que había tenido en su oficina.

Tae sé dedicó a servir comida en dos platos y le ordenó a Yoongi que tomase asiento en la pequeña mesa para cuatro personas. El de cabello oscuro se mantuvo observando cada rincón de la cocina-comedor hasta que el rubio captó su atención tras haberse sentado frente a él.

Yoongi se percató de que ya tenía la comida y tomó los palillos tranquilamente, evitando a toda costa parecer nervioso o algo por el estilo.

—Bueno... se ve apetitoso —Acató.

—Solo espero no mandarte al hospital —El paliducho lo observó al instante y Taehyung se carcajeó por la desconfianza reflejada en sus ojos.

Yoongi ladeó una sonrisa y negó suavemente con la cabeza.

El resto de la cena fue bastante silenciosa. El detective solo se encargó de hacerle un cumplido a Taehyung por su comida y éste agradeció mientras sonreía. Yoongi se centró mucho rato en ése gesto hasta que ambos continuaron comiendo.

Tras acabar con eso, Tae se encargó de levantar todo lo que estaba sobre la mesa a pesar de que Yoongi dijo que quería ayudarle. Simplemente dejó las cosas en el lavavajillas, luego se encargaría de lavar todo lo ensuciado. No quería que el detective Min perdiese más su tiempo.

El rubio dirigió a Yoongi hasta el salón y se acomodaron en el ya conocido sofá para el mayor, quién lo estaba observando fijamente, sin decir nada. Su oscura mirada estaba provocando que Taehyung se pusiera bastante nervioso pero, antes de que pudiera decirle algo, el detective tomó la palabra.

Decipher: lilies || kth + myg. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora