p a s t (1/2)

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Pov. Namjoon

Él...comencé a amar todo de él, desde sus bellos ojos que al verme por primera vez me sonrieron con tanta sinceridad e inocencia, hasta su peculiar pero a la vez adictiva risa, creo que estaría dispuesto a escucharla todo el día, todo de él era simplemente hermoso para mi, nunca imaginé a una persona con tales sentimientos, con amabilidad, carisma y tanto amor por todo lo que lo rodeaba, sin sentimientos de odio y siempre transmitiendo felicidad y buenas vibras tan sólo con su presencia.

Lo conocí hace específicamente 2 años y 5 meses o eso quería creer.

Siempre lo había observado desde lejos pero a la vez tan cerca, apesar de eso siempre me sonreía cuando pasaba a mi lado o me pillaba mirándolo, su sonrisa realmente es una de las cosas que más me gustan de él, creo que ese sería el nombre del sentimiento que llevo dentro de mi después de tanto tiempo o al menos se parecía pero yo creo que es más que eso.

Admito que muchas veces recogí sus poleras de deporte sólo para poder olerlas sin importar que tuvieran algo de sudor, nunca me importó la verdad porque sentía que hasta simples cosas como esas eran perfectas en él.

Un día me conseguí la dirección de su casa y la visité un par de veces desde una distancia prudente, solo iba cuando tenía tiempo libre o simplemente creía que de alguna manera debía estar cerca de el.

Recuerdo que cuando estabamos en preparatoria unos chicos que lo molestaban, lo habían querido seguir para golpearlo y sin que este supiera me enfrenté a cada uno de ellos y aunque salí herido, lo preferí así, porque me sometería a cualquier cosa con tal de nunca verlo sufrir.

Muchas veces envíe chocolates con pequeñas notas, para mejorar su día, hacerlo sentir bien o aunque el no lo supiera, recordarle sutilmente lo mucho que lo amaba cada día.

Algunos dirán que soy un acosador o un tonto por nisiquiera haberle hablado ni la mitad de lo que siempre quise, pero siempre me sentí un cobarde por permitir que la vergüenza me ganara, muchas veces deseé haber podido ser cercano a el en aquellos momentos que lo veía llorar en silencio, para poder consolarlo y decirle que no estaba solo y que yo haría de todo para poder ver su hermosa sonrisa, porque nunca dejaría que muriera la sonrisa de una flor tan bella como lo era él.

Seokjin siempre tuvo uno que otro pretendiente o más chicas y chicos que lo veían desde lejos y lo veían como un ser inalcanzable pero que aún así estarían dispuestos a cuidarlo y a amarlo, eso en vez de darme celos o remordimiento, causaba todo lo contrario en mí porque sabía que tal vez uno de ellos lo haría feliz y si el era feliz, yo también lo era.

Un día lo ví hablando con un chico de cabello castaño, pálido y más bajo que él, lo mismo se repitió muchas veces mediante los meses pasaban y me hacía preguntarme quien era él, un día los ví besarse y supe que Seokjin había encontrado a un amor, él ahora era feliz.

Hasta el día de hoy ellos están juntos, yo por mi parte he estado pensando en que de una vez por todas me acercaré a el y me presentaré como corresponde, ya no soy un niño, soy el hombre que está dispuesto a conquistar a Seokjin cueste lo que cueste y darle lo que se merece.

Cariño, voy por ti.

A̶̶̶C̶O̶̶̶S̶A̶D̶O̶R̶̶̶; NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora