Limpiaba una cama enorme con una espátula, me esforzaba para que la sábana quedaran sin pelusas de las frazadas y que quedara bien tendida. Se me acercaron mis padres y me preguntaron si tenía que ver con algo o sabía de algo, yo les contesté que no con seguridad y retomé la limpieza.
Estaba reunida con 4 chicas más o menos quienes comentaban una publicación que decía que las personas que vivían en tal distrito son fogosas. De pronto escuché que me preguntaban si yo era de uno de los distritos que figuraban ahí y yo dije que no que no venía de Los Olivos, pero luego entendí que me habían preguntado por Barranco. Yo no sabía dónde posicionarme y esto es porque recién me había mudado.
Esteban y yo caminábamos hacia algún lugar, frenamos en una acera antes de cruzar la pista, nos encontrábamos debajo de un puente, de pronto reparamos en unas escaleras que iniciaba detrás de nosotros justo en el medio de un extremo inferior del puente y se extendía escaleras arriba, nos miramos y felices al ver que se trataba de una exposición de obras de arte, nos adentramos en aquel lugar.
Rommy, la vi caminando hacia las escaleras del centro educativo. Yo me encontraba en el segundo piso y estaba bajando así que la vi desde arriba. Corrí hacia ella y la abracé. Quería saber cómo estaba y que me contara lo que ha estado haciendo durante estos años. La extrañaba mucho y sentí en ese momento una gran alegría por haberla encontrado y también una gran calma.
