Abrí lentamente la puerta... mi abuelita dormía en mi cuarto de Huaraz, pero no era ella tenía el aspecto de mi abuelo. Miré a mi costado y vi un stand de cosas, procedí a buscar entre los espacios el otro cuerpo. Ahí estaba, tal y como lo predije. Me dirigí a la cama para despertar a mi abuelita. Moví su hombro y entonces despertó y su cuerpo retomó su forma entonces ella me preguntó qué sucedía y le señalé el cuerpo. Ella dijo que siempre llegaba borracho mientras se levantaba de la cama y se dirijía al cuerpo. Inmediatamemte le dije que él no era mi abuelo y que realmente nos enfrentábamos a un espíritu o lo que sea que sea. El hecho era que yo les venía diciendo que era así, pero nunca me creían, hasta este momento. El cuerpo comenzó a moverse del lugar y quiso huir, yo lo sostuve por un breve momento, y aunque no lo detuve sirvió para que la forma de mi abuelo se deshiciera y ahora solo era una forma negra entre sólida y aguada que parecía que se derretía. Se fue entre el pasillo al lado de las escaleras y desapareció.