Capítulo 5 - El deseo

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LIAM PDV*

Me desperté junto a Dani, recordé el día de ayer, y también la noche, en como me engañó y yo no sospeché nada de ésto. La pegué mas a mi para sentirla mas cerca. Sólo ella es capaz de hacer semejante locura por mi, la quiero tanto...

Su pelo rubio cae como un soplo sobre su mejilla, se lo aparto con cuidado pero entonces se revuelve y abre los ojos.

-Bueno días.- Me dice.

-Bueno días.- Le beso la frente y ella me abraza.

-¿Has dormido bien?- Le pregunto.

-De maravilla.-

-Ya somos dos.

-¿Qué quieres hacer hoy?

-Pues lo que tu quieras.

-No no, es tu cumpleaños, lo que tu quieras.

-Ya me has dado el mejor de cumpleaños que he tenido nunca.

Me sonrie y se ruboriza como siempre lo hace, y a mi me encanta...

-De momento vayamos a desayunar.

-Vale.- Me sonrie y se levanta, pero se vuelve para mirarme.

-No hemos traído mas ropa que la que traíamos puesta...

Me quedo pensando un momento dándome cuenta, es cierto... Yo no sabía nada, pensaba que nos íbamos de fiesta y a ella se le debió de ir...

-Si ayer te llego a decir que cojas ropa no me hubiéras creído.

-No, pero tampoco te acordaste, ¿A qué no?

-No...- Se rie algo tímida y yo me levanto.

-Vas a pagar por ello...- Corre pero yo la cogo por detrás a la vez que la levanto, ella pega un y yo la tiro sobre la cama, me pongo encima y le hago cosquillas.

Empieza a reirse a carcajadas y entre ellas se cuela algún "para", pero yo sigo, me encanta oirla reir, estaría toda la vida oyendo sus carcajadas, son tan... Son tan como ella, alegres, frescas...

-...Para...Por...Favor...- Dice mientras sigue riéndose.

Al final decido parar, porque si no la iba a ahogar.

Respira profundamente y se deja tiranda sobre la cama mientras recupera el aire que le falta.

-Casi me matas...

-Nunca haría eso.- Me acerco y le doy un pequeño beso, o eso era mi intención, porque el beso se vuelve mas largo, y parece que ella obtiene en mi todo el aire que le faltaba hace unos segundos... Me gusta eso, me gustó pensar eso, porque eso no quiero separarme, no, aún no...

Enreda sus manos en mi pelo y yo me junto mas a ella, pero de repente, me suenan la tripas... Me separo del beso y nos quedamos mirándonos hasta que estallamos en risas.

-Veo que tienes hambre...- Me dice.

-Nunca suenan tan fuertes, lo juro.- Volvemos a reir hasta que nos incorporamos.

-Ala, ahora a vestirse.- Digo y me levanto recogiendo mi ropa, que está en el suelo y algo arrugada por cierto... Pero tengo que arreglarme con ella así.

Nos vestimos y aseams y vamos a desayunar al comedor, ésta vez no tenemos una parte reservada, pero tampoco la quiero, con estar con ella me sirve.

La verdad es que sí que tenía hambre, y ella también, tomamos un poco de todo, desde lo dulce hasta lo salado, y claro, acabamos reventados.

Salimos del comedor y es cuando no sabemos muy bien que hacer.

Vive Mientras Somos JóvenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora