Capítulo 8 - Un parque, un perro y una chica

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DANIELA PDV*

Me desperté a la mañana siguiente, bueno mas bien me depertó Liam.

-Hey Daniela, vamos, despierta, son las 10:00.- Me zarandeó suavemente Liam a mi lado.

-¿Eeeeh? ¿Y que mas da que sean las 10:00?- Dije medio dormida tapándome de nuevo con la manta.

-Los médicos quieren que nos vayamos.- Me dice con algo de decepción, antes esas palabras me incoporo rápidamente y le miro.

-¿QUÉ?

-Necesitan la habitación...

-¿Y nosotros? ¡Es mi madre...!

-Dicen que nos dejarán venir la hora de visita... A partir de mañana, hoy tienen que hacerle pruebas.

-¡No, no quiero venir sólo la hora de visita, es mi madre, y esperar hasta mañana!- Dije sin poder evitar gritar, siento como si una especie de fuego me sube por el cuerpo y me dan ganas de pegarle un puñetazo a un médico, pero me contengo.

-Shh, no grites.- Dice tapándome la boca.- Daniela, contrólate, últimamente te me alteras mucho...

Le aparto la mano y le miro entre incrédula y triste.

-¿Y todavía te extraña...? Mi madre está en coma, mi padre murió... Me paso la vida entre hospitales...

-Lo siento, sí, tienes razón, pero me gustaría poder hacer algo para que te sintieras mejor en vez de ser inútil en todo ésto...

Sin que me de tiempo a contestar entra una enfermera y nos mira, por su expresión viene a rematar la situación... Genial.

-Señores, en unos 10 minutos necesitamos tener la cama libre, si no les importa...

-Sí sí, no vamos ahora, gracias.- Dice Liam.

-¿Gracias?- Pregunto cuando la chica rubia sale de la estancia.

-Ya sabes, por educación... Anda, vámos, sólo les falta echarnos a patadas...- Se levanta y yo con él, y nos calzamos. Hemos tenido que dormir con la ropa que llevábamos puesta, pues no teníamos otra, y ahora está algo arrugada, pero es lo que hay.

Me acerco a la cama de mi madre y la miro, ya casi no parece la misma entre tantos tubos... Que indican su estado, aunque su es expresión totalmente es serena, como si no pasara nada fuera de lo normal... Intento tragarme el nudo de mi garganta mientras le doy un beso a mi madre en la mejilla con cuidado.

-Hasta mañana mamá...

-Shh...- Dice Liam a mis espaldas mientras me agarra por detrás y me besa la mejilla limpiándome la lágrima que empieza a resbalarme, antes de cogerme de la mano para salir de la habitación, no sin antes echarle un último vistazo a una de las personas mas importantes de vida que ahora no vería hasta mañana a la hora de visitas... Y que ahora mismo no es consciente de nada.

Recorremos los blancos pasillos, con olor a medicamentos, alcohol desinfectante y comida precocinada, vamos, para mi siempre ha sido el típico olor a hospital, olor a problemas, a preocupación y a muerte en algunos casos, en otros a buenas noticias y a vida nueva, aunque por alguna razón se suele recordar mas la parte negativa del sitio. Y a mi personalmente es un olor que me revuelve las tripas, no me gustan los recuerdos que atrae.

Salimos por fin, el día afuera es un día típico en Londres, nublado, pero sin llover. Respiro aire fresco pero eso no me ayuda en éste caso todo lo que necesito, vamos hacia el coche de Liam, y me siento vacía, una parte de mi, una parte no precisamente pequeña, se queda ahí dentro, sin que yo pueda hacer nada.

Vive Mientras Somos JóvenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora