Los doctores caminaban entrando y saliendo de la sala donde se encontraba Sam por lo que había podido escuchar había perdido mucha sangre y estaba muy delicada pero de momento se encontraba estable. Pasaron un par de horas 19 para ser exactos una doctora se me había acercado con cara de cansancio me temí lo peor y mi corazón se había encogido cada palpitar dolía hasta que ella soltó –tranquilo su vida ya no corre peligro- suspire de alivio y abrace a la doctora.
Pasaron los días y Sam era una superestrella en el hospital como no le gustaba estar sola en su cama siempre se escapaba a la guardería a presentar "una función de títeres" la verdad no era muy buena pero si era muy graciosa los niños la amaban y me odiaban por quitarles a su superestrella pero a eso me divertía –vengo a secuestrar a su reina- gritaba siempre que iba a por Sam y me la llevaba.
-Deberías conseguir un trabajo de maestra los niños te aman- dije riendo para que se sonrojara y lo logre –bueno estoy practicando para cuando tengamos el nuestro- me contesto sin pensarlo si alguien podía hacer que me sonroje esa era ella solo la despeine riendo –cuando salgas de aquí podríamos buscar uno- las bromas con ser padres siempre salían eran verdades disfrazadas de bromas o eso decía ella.
Los días pasaron pero llegando el final del mes la doctora que me había dado la noticia nos habia dicho que Sam ya podría salir de hospital pensé que Flash era la persona más rápida del mundo me equivoque era Sam no demoro ni 3 minutos en estar lista aunque aún necesitara un baston para caminar eso no le impidió apurarse para huir de su prisión como ella decía.
Dicen que después de la tormenta hay una bella calma y por fin entendí a que se referían.
