Capítulo 4.

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-¿Me amas?- pregunto la chica era una pregunta que la hacía cada día y ya sabía la respuesta aquel chico se la decía siempre pero ella insistía –claro que no te amo solo eres un juego- le escupió en el zapato pero ella solo lo veía con ojos de amor y ternura era así siempre y nunca iba a cambiar pues al tipo solo le gusta jugar con las mujeres.

La campana sonó dando la señal de que era tiempo de volver a las clases un chico algo tímido y de lentes se acercó a la chica se podía ver que ella estaba lastimadas por aquellas palabras –dis.. disculpa- le hablo a la chica con un tartamudeo muy raro por los nervios ya que era muy tímido pero se armó de valor para formular aquella pregunta -¿podemos hablar mañana en el receso?- la chica sonrió por el tartamudeo por un momento se había olvidado de aquellas palabras que solo habían lastimado su corazón –claro que si- acepto que más podía perder

-Fue así como surgió una gran amistad entre ellos- dijo Verónica la chica peli roja de antes al parecer hablaba sobre nosotros pero por mis expresiones supongo que se dio cuenta que no recordaba nada de aquello –vale vale lo entiendo no me recuerdas, pero recuerda esto tú serás mío algún día- dijo levantándose y echo a correr mientras yo me quedaba ahí sin saber qué hacer.


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