6- "bollodramas"

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-Que sí, mamá... Tengo dinero para el almuerzo no te preocupes... ¡Claro que me llevé bragas, mamá! ¿Como no me voy a llevar bragas? Dios... Que siii, que llego pa la cena. Adiós

Que pesada por favor. Osea, ¿Preguntarme por mis bragas? ¿A quién se le ocurre? Que vergüenza...

¡Eh! Esa es Alba... ¿Está en el aula de arte?

-Eh ¿Hola? ¿Que haces comiendo aquí?- la señalé a ella y a su pizza

La rubia, que no me había escuchado entrar, dió un bote en su silla.

-¡María! Casi me matas del susto, joder...

-Lo lamento... ¿Qué ha pasado?

-Ehh, nada... Hey, ¿Tú tienes apuntes de Ingles? Que necesito unas cosas de la semana que falte

-No me cambies de tema, rubita

-Eh, nada...- alcé una ceja - Tenía... Tenía que adelantar un trabajo... Sí, un trabajo de arte. Y, bueno ya sabes cómo son las mesas del comedor, que están súper sucias y...

-Bueno, ¿Y el trabajo?

-¿El trabajo?... Eh, claro, el trabajo...

-No me estoy tragando una mierda de esto, Alba.

-¿Nada?

Negué con la cabeza

-¿Ni un poquitito?

-No- Alba desvío la mirada

-Ya te contaré...

Volví a alzar la ceja mientras Alba cogía su mochila y salía del aula aún con su pizza con queso sin lactosa en la mano.

Suspiré.

Malditas asquerosas, ya empezaron con sus dramitas.

"A ver María, piensa. Se supone que puedes hacer eso. ¿Por qué podrían estar peleadas?"

"Pues no lo sé, María. Anoche estaban de puta madre en la fiesta, ¿Te acuerdas de cuando Sabela le..."

"¡ANOCHE! Claro, María. Eres una genio"

"Gracias, María"

"A ti, María"

-Estás como una puta cabra, tía.- susurré- Cada día peor...

¡AY! ¡QUE ME MEO!

Joder, María, siempre igual. Te tomas cuatro botellas de agua y esperas que no te afecte... Y por no hablar de la cerveza ahí si que...

Hice que mí voz interna se callara de una puta vez y entre al baño. Hice mis necesidades y cuando iba a salir del cubículo escucho unos pasos entrando.

Subo los pies al váter para que no se me vea por debajo y escucho como la chica misteriosa entra al cubículo de mi izquierda.

Rápidamente reconozco las zapatillas de Natalia, y cuando estoy apunto de hacerle un comentario escucho como la morena empieza a llorar.

Llora casi en silencio unos minutos. Minutos en los que decidí guardar absoluto silencio para que no me descubriese. Estoy casi segura de que por la razón de su llanto está relacionada con cierta rubita, y sé que va a ser imposible resolver todo el misterio si intento hablar con alguna de ellas. Por lo que he decidido investigar por mi cuenta.

Cuando estoy segura que la más alta se fue del baño, salgo y me dirijo hacia el comedor, donde las chavalas me estaban esperando.

-¡Eh! ¿Tú eres María?

¡a ganar! : albalia, martia, julsbelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora