¡a ganar! : albalia, martia, julsbela

15-"OT"

Subimos al coche de los padres de Marta y dejé a Alba para que fuera a adelante. Eso también formaba parte de el primer paso del plan, de alguna manera.

Me he dado cuenta de que no les he explicado nada ¿no es cierto?. Soy un poco desastre, lo lamento.

Bueno, como sabrán, hemos ideado un plan. El plan OT. No, no el programa. Ese no. El nuestro se llama "Operación juntar Tontas" y se basa en eso, juntar-a-las-tontas. Tampoco es muy difícil de pillar.

El plan OT tiene tres partes fundamentales. Pero las irán viendo conforme vaya avanzando todo, que no tengo tiempo ahora pa' explicarles todo.

La primera parte es hacer que lleguen juntas a la fiesta.

¿Por qué? Se estarán preguntando. Pues resulta que ni Alba sabe que Natalia va a la fiesta ni Natalia sabe que Alba va a la fiesta.

Sí. Nos la jugamos un poco. No sabemos como van a  reaccionar.

¡No nos juzguen! Saben como está la situación...

Alba convencida de que a Natalia le gusta Miki y Natalia cagadísima de hablar con Alba, pensando que arruinó absolutamente todas las oportunidades que tenía.

En fin, bollodramas. Nada nuevo.

-¿Por dónde van, Mari?- oí como Marina me susurraba desde el auricular. Había elegido el sitio de detrás para que Alba no escuchara nada, y estaba funcionando. La rubia estaba cantando algunas canciones de nuestra playlist de fiesta, sin percatarse de la llamada.

-Nos quedan unos diez minutos.

-¿Qué? ¿Cómo tardaron tan poco?

-No había muchos coches. Estaba todo tranquilo. ¿Por qué? ¿A ellas les falta mucho?

-Sí. Según la Rafi les queda bastante rato más que a ustedes. Uff, eh... Le pediré al otro coche que se apure, pero intenta meter alguna escusa.

-Eh, vale. Lo intentaré.

-¿Dijiste algo, Mari?- preguntó Alba desde el asiento delantero.

-No, nada, Reche.- mentí. -Eh, Marta, cariño ¿Tú pusiste las cervezas?- La morena, que iba al volante, frunció el ceño.

-Quedamos en que las ponías tú...

-Oh... Bueno, es que...

-No las tienes- adivinó Alba

-Pues no...

Marta suspiró y detuvo un coche en un almacén cercano.

-Nos bajamos nosotras, ¿Te quedas en el coche, Alba? Qué me da cosa dejarlo en doble fila.

-Claro, Martuka. Y asegúrate de que tu novia no pierda nada más por el camino.

-¡TE HE OÍDO, CACHO ZORRA!- le grité a la rubia desde la puerta del almacén. Ganándome una risa de parte de Alba y una mirada amenazante de la dependienta.

Marta me alcanzó y entramos juntas.

-Yo te mato, Mari. ¡Si te lo repetí mil veces!

-Jo, lo sé. Pero estaba liada con el aparatejo éste y me estaba cambiando al mismo tiempo.-respondí con un pucherito.

-No hagas eso- Marta corrió la cara, cogiendo unas diez cervezas. Pero yo no cambié mi expresión- Noo, que si haces eso no puedo estar enfadada contigo...

-Ese es el punto, nena.- le dí un beso corto y fuimos a pagar.

-¿Te ha dicho algo Marina.?- preguntó mientras le tendía el dinero a la dependienta.