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Y el oír tu voz me tranquiliza...

Capítulo 15: "El poder de las almas gemelas"

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Capítulo 15: "El poder de las almas gemelas".

Hoseok abre la puerta y trago en seco al verlo sonreír —¿Dónde esta mi hijo y Nayeon?.

—Ellos están durmiendo, pasa y hablemos— una vez pongo un pie dentro de la casa, Hoseok me empuja hacía la pared y colocando mis manos detrás de mí espalda, posa sus labios en mi nuca —Tu aroma siempre me volvió loco, lo sigue haciendo.

Intento moverme pero me tiene tan bien sujetado que me es imposible, aprieto los párpados cuando su mano baja para introducirse por debajo de mi abdomen —Ese Alfa te marco...¿Lo disfrutaste, amor?.

—Por favor, déjame ir a ver a mi hijo...— aprieto los labios mordiendo me el interior de la boca al sentir sus dedos recorrer mi piel. Odio esto y tengo miedo, mi lobo aulla llamando a YoonGi, a mi Alfa, quiero su aroma y protección aquí.

De pronto Hoseok me suelta de golpe y me dejo caer de rodillas apretando los puños, odio ser un Omega débil y asustadizo.

—¡Papi!.

Alzo la mirada y rompo en llanto en cuanto mi cachorro corre a mis brazos refugiándose en ellos, asustado y tembloroso llora mi pequeño, tímidamente Nayeon se asoma, puedo ver claramente el moretón en su mejilla «él debió golpearla» —¿Cómo pudiste golpear a una mujer?.

—Ella fue una insolente y cuando tú hijo lloro, ella no quiso que le hiciera callar— escupe con coraje Hoseok y aparta la mirada.

Tomo la mano temblorosa de Nayeon entre mis manos y abrazo con más fuerza a Jungkook —¿Qué quieres Hoseok?, Déjanos ir.

—¿Tienes miedo, Jinnie?. Soy tu Alfa, Jungkook nuestro hijo, ¿No te interesa ser una familia feliz nuevamente?— Hoseok sonríe y se acerca pero me hago hacia atrás —Oh, ¡Ya tienes un Alfa!.

—Papi...— lloriquea Jungkook y no sé qué hacer, me siento vulnerable y tonto.

Si fuese un Alfa todo sería totalmente diferente, desde el principio, nadie me hubiese hecho nada pero pensar en el "quizás" ya no tiene sentido, por qué si todo cambiara, no existiría Jungkook ni YoonGi. Ninguna de mis dos personas más importantes ahora.

—No te tengo miedo Hoseok ni mucho menos me interesa una vida feliz contigo ahora— coloco a Jungkook y a Nayeon detrás de mí tratando de calmar a ambos con mi aroma qué aunque suena ridículo siendo un Omega, mi Lobo y yo daríamos la vida si de proteger se tratara —Fuiste muy importante para mí pero ahora te aborrezco infinitamente, y aún así siempre te voy a agradecer el haberme dado el regalo más hermoso de mi vida, Jungkook.

Hoseok comienza a reírse a carcajadas e incluso coloca la mano en su estómago —Eres todo un poeta mi adorable Omega. Mirá que decir tantas estupideces cuando estás en esta situación.

Bajo la mirada al sentir la manita de mi cachorro buscar la mía y le ofrezco una dulce sonrisa —Todo estará bien, cariño. Todo.

—¡Joder, ya cállate!— grita Hoseok empujándome y el llanto de Jungkook vuelve a hacerse presente, Nayeon a penas y puede abrazarlo cuando Hoseok los encierra de nuevo en la habitación de dónde salieron.

Una vez la puerta se cierra, Hoseok me mira con suma molestia y oigo a su Lobo gruñir haciéndome doblegar, su fuerte mano golpea mi mejilla y me arrastra hacia una habitación en el oscuro pasillo de esa casa, con todo el coraje intento darle pelea pero él es más fuerte y de nuevo mi posición se hace presente, soy temeroso ante un Alfa enojado.
Minutos más tarde me encuentro en el suelo atado de manos a la base de un viejo mueble, Hoseok me mira desde el otro extremo de la habitación con un cigarrillo en la boca. Mis manos arden debido a la soga y mi cuerpo ya se encuentra cansado debido a la posición, estoy desesperado por salir e ir a buscar a mi cachorrito que debe estar pasándola mal sin su padre cerca, al menos me tranquiliza que Nayeon este con él.

«YoonGi, ven por mi» tanto yo como mi Lobo gritaban que nuestro Alfa viniese pero se que no será posible, tontamente decidí venir solo cuando sabía perfectamente lo peligroso que puede llegar a ser Hoseok.

—¿Estás pensando en él, cierto?— pregunta Hoseok sacándome de mis pensamientos. Asustado lo observo sin darle respuesta y el sonríe. —Es más que obvio que si, puedo sentirlo.

—¿Para que tenerme aquí?, Déjame ir, Jungkook debe estar muy asustado— le ruego desesperado.

Pero él se levanta de su lugar y se acerca hasta mi, su mano toma mi barbilla con fuerza —Siempre has sido un Omega muy transparente.

—Hoseok...

—Después de nuestra segunda reconciliación, no pude estar con nadie más— murmura aflojando el agarre y ahora sus dedos acarician mis labios —No soporto saber qué, otro Alfa te ha marcado y cuidará de nuestro cachorro.

Sorprendido ante sus palabras mi mirada busca la suya, asustado la aparto cuando veo a aquel muchacho que me cortejaba en el pasado, esa mirada cuando estábamos solos y juraba quererme —Si tan solo me hubieras amado como tú Omega, seguiríamos siendo tuyos.

Hoseok toma de nuevo mi barbilla y me mira con intensidad —¿Quien dice lo contrario?— aprieto los labios cuando lentamente se acerca hacia mis labios.

—Hoseok...no lo hagas— de inmediato aparto la cara pero esta vez con fuerza me toma de las mejillas, presionando con brusquedad sus labios sobre los míos, que se encuentran cerrados con fuerza.

—No te resistas, no quiero usar mi fuerza Jin. Es mejor que cooperes— jadea bajando sus labios hacia mi cuello y clavícula, la repulsión me invade pero no sé de qué manera alejarlo. Sus labios se topan con la reciente marca que Yoongi dejó ahí y gruñe enojado.

—¡YoonGi!— el grito se escapa de mi boca cuando abre con fuerza mi camisa. Pero a penas y puedo ver cómo Hoseok es arrancado de encima de mí.

Mi Alfa se encuentra sobre Hoseok golpeándolo con una mirada llena de odio.

«por dios, en verdad YoonGi ha venido». ¿Cómo pudo llegar?, No lo sé pero está aquí, él vino.

—¡Jin!— mi vista nublada no me permite ver bien pero por la voz sé que es JiMin quién ha llegado.

Pero antes de sentir a mi amigo junto a mí, el aroma a chocolate amargo de YoonGi inunda mis fosas nasales, de inmediato me encuentro entre los brazos de mi Alfa y él intenta tranquilizarme con su aroma y sus besitos sobre todo mi rostro.

—¡Papi!— Jungkook entra corriendo y ahora ambos, mi hijo y yo nos encontramos siendo protegidos entre los brazos de este pequeño Alfa que ahora se ve sumamente grande. Sin saber que más hacer me permito llorar para desahogarme.

Si él está a mi lado siento que no tengo nada que temer.

—Perdonenme, debí haber llegado mucho antes— susurra YoonGi abatido y tembloroso nos abraza casi asfixiando nos.

Hace unos momentos estaba tan ferozmente defiendiéndome y ahora ha vuelto a ser ese ser amable que es tímido. Ni siquiera tiene que pedirnos perdón pero aún así no me atrevo a contradecirlo, estoy tan feliz de tenerlo aquí y de notar que Jungkookie ha cesado su llanto ante su aroma protector.

Gracias mi querido Alfa...

Lazos del destino| YOONJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora