Infiel (Camren)

Capítulo 6

Suspiró tranquila, el contacto de aquellos labios contra los suyos la había despertado. Pasó su mano detrás del cuello de la pelinegra, sabía perfectamente que era ella, se había vuelto adicta a sus besos la noche anterior. Abrió los ojos al sentir el húmedo cabello de su conquista de Oasis Club en su rostro. Se sorprendió un poco al verla

- Oh... Ya estás lista - Dijo, la ojiverde estaba recién duchada y con la ropa de la noche anterior puesta, sin mencionar que el aroma fresco de su cuerpo y su sola presencia, la hacían verse radiante - Supongo que... - Suspiró, esta vez de forma sonora - Supongo que hasta aquí llegas tú... - Sintió cierta nostalgia, la habían pasado tan bien juntas, pero la morena era consciente de ello, de que las pocas chicas con las que había mantenido relaciones, por más curiosas que fueran, terminaban marchándose unos pocos días después

- Tengo una reunión de último momento en el trabajo - Acarició su mejilla con delicadeza, la cubana cerró los ojos por un instante, si era la última vez que vería a la ojiverde, al menos tendría uno recuerdo de ella siendo cariñosa - La pasé increíble anoche... - Suspiró y unió sus labios de nuevo sin importar el aliento matutino de la cubana, ella correspondió al beso - Tu, eres increíble... - Camila solo asintió, no muy convencida de sus palabras - Duerme un poco más y descansa, aún debes estar sin energías - Las dos rieron, los recuerdos de sus cuerpos unidos por la pasión invadieron sus mentes - Cuídate mucho, Cabello - Un último beso fue dejado sobre sus labios, la pelinegra se levantó de la orilla de la gran cama del hotel donde se habían hospedado, tomó su bolso y caminó a la entrada, dedicándole una última mirada y una sonrisa coqueta a quien aún seguía acostada y entre las mantas revueltas

- Y la historia se repite, Cabello... - Se llevó las manos a su rostro para cubrirlo, siempre pasaba lo mismo, todas se iban. Tomó su teléfono, parpadeó un par de veces al sentir la intensidad del brillo de la pantalla y comprobó la hora en él, 10:48 AM, era sábado y aún era temprano, quizá podía dormir un poco más - Hmm... - Frunció el ceño - ¿Qué es esto? - Se preguntó a sí misma al sentir un pequeño trozo de papel posterior a la funda de su iPhone, lo giró y leyó, estaba en español - Levántate de la cama - Lo giró para comprobar si tenía algún otro mensaje al respaldo - Hablo en serio, Camz. Levántate ahora - Sonrió emocionada, sabía quién la había llamado de aquella forma toda la noche, los recuerdos estaban tan frescos en su mente que incluso lo había leído con ese leve tono mandón que Lauren usaba. Se puso de pie, gracias al cielo no tenía resaca, aunque la ligera turbulencia en su cabeza la hizo bajar la velocidad de sus movimientos. Caminó un par de pasos hasta las batas dispuestas para los visitantes y la puso sobre su cuerpo, no iba a caminar desnuda por la habitación o a donde fuera que la llevasen las notas - Y bien, Jauregui - Sonrió - ¿Que me tienes preparado? - Metió la mano en uno de los bolsillos para dejar su teléfono allí y se encontró con una segunda pista - Ponte los lentes, te vas a tropezar si no los tienes puestos - Rió, la chica de Miami era una caja de sorpresas, la había leído tan bien la noche anterior. caminó entre pequeñas carcajadas hasta la mesita de noche y tomó sus anteojos - Listo, señorita mandona... ¿Qué sigue? - Giró la nota - Muy bien, ahora camina al baño - Empezó a avanzar hasta allí sin despegar la mirada de la nota, Lauren tenía una muy linda caligrafía

Levantó la mirada y observó la última nota, estaba pegada a una de las lámparas cerca del lavamanos por el leve adhesivo que esta tenía, aumentó la velocidad de sus pasos, pero se detuvo una vez que detalló el gran espejo del lujoso baño, un número de teléfono con el indicativo de Miami se encontraba escrito con lápiz labial del mismo tono rojizo de los labios que había besado la noche anterior, sus ojos se dirigieron a la nota a unos centímetros del cristal – Llamar ­– Podía leerse justo allí – Y si giro esto... - Sonrió embobada – Pero antes busca en el otro bolsillo de la bata que tienes puesta ­– Frunció el ceño de nuevo, no les gustaba mucho la idea de recibir órdenes pero era Lauren quien con su divertido juego lo estaba haciendo. Solo se limitó a hacer lo que allí se leía – Oh... Santa... Madre... De... Dios... - Tomó la prenda dentro del bolsillo – Lauren Jauregui... - Sus mejillas se tiñeron del rojo, la puso frente a sus ojos para comprobar que realmente se trataba de lo que estaba pensando – Mierda... - Rió a carcajadas – Que buena forma de asegurarte que no te olvide, mi amor – Llevó las bragas de color negro a su nariz y aspiró el aroma que éstas desprendían – Hmm... - Gimió sobre la tela, su entrepierna esparció una corriente eléctrica por todo su cuerpo, los recuerdos de la noche anterior estaban intactos, casi podía sentir a su gran amigo entrando en la ojiverde. Sacó su teléfono y se aseguró de escribir perfectamente el número de Lauren y agendarlo en sus contactos, inhaló por segunda vez las bragas empuñadas en su mano y se deleitó aspirar la esencia que desprendían, marcó el número y llevó su móvil a su oído, bastaron dos tonos para que la pelinegra atendiera la llamada – Hey... ¿Estás lejos del hotel? Por qué... - Observó las bragas – Por qué...

- Pensé que no llamarías – La interrumpió – Tardaste un poco ¿Eh, Camz? – Dejó salir una risita – Mejor abre la puerta... Estoy del otro lado

- Espera... - Corrió a la puerta - ¿Planease todo? – Abrió la puerta para comprobar que no fuera una broma, la observó, la sonrisa de Lauren dejaba claro todo

- ¿Qué te puedo decir? – Se encogió de hombros – Tengo tantas ganas de que me cojas de nuev- Se le lanzó encima para devorarle la boca, la levantó de las piernas e hizo que la abrazara por la cintura con ellas, cerró la puerta, la acorraló contra la pared y presionó su erección en su centro – Si... - Sonrío excitada – Tu y yo nos vamos a entender muy bien, Cabello – Jadeó al sentir la lengua caliente de Camila en su cuello y silenció sus palabras una muy buena sesión de sexo duro la esperaba

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Hey, nuevo capítulo, disculpen la tardanza, no había tenido tanta inspiración como hoy, agradézcanle a mi chica, ella en realidad hizo todo...

AC