Día 1

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Inicie mi día tranquilamente mirando fijamente el techo de mi cuarto color blanco y sus paredes azules los cuales me hacía sentir menos preocupado quizás porque me recordaba a las blancas nubes junto al cielo azul, mi habitación no era precisamente espaciosa, pero creo que tengo todo lo que necesito en ella un escritorio, un mueble donde guardo mis ropas, mi cama y una silla además de un cuadro de don quijote como decoración además de encontrarse ubicado en el segundo piso de la casa.

La razón por la cual me dejaron este proyecto fue el comentario de mis ideas repentinas a los sucesos ocurridos a otros ya que yo regularmente me imagino sucesos los cuales nunca ocurrieron o pienso que podrían llegar a pasar, en esta ocasión mire hacia la puerta con el pensamiento de que cualquier ladrón podría entrar fácilmente a mi habitación y agredirme a golpes, esa es una razón por la cual siempre me gusta mantener mi cuarto cerrado, aunque suene absurda me hace tener un sentimiento de seguridad.

Continuando con los sucesos de la vida real me levante de la cama un poco somnoliento además de tener algo de frio, me cambio el pijama azul por una vestimenta igual de cómoda un pantalón deportivo negro, camisa blanca holgada, una sudadera azul y zapatos deportivos negros; no los uso porque practique deporte en las mañanas sino por la comodidad de la ropa.

Una vez listo bajo para desayunar donde aparentemente yo era la única persona despierta en ese momento, reviso el reloj para comprobar la hora la cual marcaba 6:15 a.m. me hubiera sorprendido despertar temprano habiendo dormido poco si esta fuera la primera vez, pero ya llevo aproximadamente medio mes de esta forma.

Escucho el ladrido de un perro, me sobresalte un momento porque creía escuchar el ladrido de una anterior mascota que tenía pero este no podría ser el caso, me acerque solo para observar a los dos perros mascota del vecinos uno un pastor alemán y el otro un husky siberiano peleando por una porción de carne que se les había dado, quizás era mi imaginación pero empezaba a creer que el vecino disfrutaba creando este tipo de conflictos entre sus mascotas, aunque la única prueba que requería para comprobarlo no existía o al menos aun no, me apenaba el hecho de no poder ayudar a esos animales no podía comprarles alimento por mi cuenta ya que no cuento con dinero además que hoy en día nadie contrata a menores de edad por los castigos impuestos para aquel que lo haga, yo quería simplemente soltarlos, quitarles las cadenas que los mantenían obligados a quedarse creía que sería lo mejor para ambos animales, pero no podía simplemente liberarlos, toda la culpa recaería sobre mí y lo que menos querría que sucediera seria ver la cara decepcionada de mi padre y madre, regalándome y culpándome diciendo que yo soy el causante de todos sus problemas y cualquier cosa mala que pasara a las personas cercanas a mi seria mi culpa y yo sería el causante de todas las desgracias, aunque eso lleve a esos perros a la muerte algún día.

Continuando mi camino, todo lo que hice después fue desayunar un plato de cereal con leche solo, poner los platos en el fregadero y regresar a mi habitación para terminar mi tarea y esperar hasta la hora en la cual me tenga que ir hacia la escuela caminando y mostrarle esta evidencia al tutor del grupo.

Presente, Pasado, Posible futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora