Yuya siguió aquel sonido de sollozos, el camino era oscuro sin ningún tipo de iluminación tan oscuro que le aterraba lo que hubiera al final, hasta que lo vio, en una esquina donde la iluminación era muy tenue había un niño de cabello negro y morado....... era Yuto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Lo siento señor Hiragi pero no soy Yuzu, soy algo así como el ser antes que ella. - la chica peli rosa trataba de que aquel hombre dejará de llorar, pero no sabía qué hacer incluso la señora que estaba ahí comenzó a llorar a mares por el fracaso de no haber traído a su hijo de vuelta. - ¡¿PERO CÓMO PUEDES TRATAR DE ENGAÑARME DE ESTA MANERA CUANDO HE ESTADO TAN PREOCUPADO POR TÍ?!. - gritó el señor Shuzo Ray se sintió terrible por lo que hizo una pequeña reverencia. - Y-yo en verdad lo siento, no trato de engañarlo es solo que no soy Yuzu , Yuzu es un fragmento. -. - trató de explicar.
- ¿Fragmento? - preguntó enojado. - ¿Acaso estás loca? Si tú eres un fragmento, A ver dime ¿Cómo es que lo eres? - Ray no tuvo de otra más que explicarle, que existía una dimensión única donde ella vivía, junto a su padre y el chico que consideraba su mejor amigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Yuto? ¿Que estaba haciendo Yuto ahí? y lo más importante ¿Por qué estaba llorando?
Intrigado decidió observar como un niño pequeño con cabello bicolor (negro y morado) lloraba, llamando a sus padres, mientras una señora de cabello castaño lo abrazaba fuertemente.
- No llores, Yuto-. La señora trataba de calmarlo. - Tus padres volverán, salieron porque tenían trabajo ¿Acaso no te gusta jugar con tu nana? - agregó lo último con un puchero.
- Si, si me gusta jugar con nana. - dijo, mientras se secaba sus ojitos con su puñito y miraba a su nana con ojos de cachorrito. - pero.... también quiero jugar con mamá y papá.
Su nana lo observaba con tristeza y es que ella sabía la verdad que un niño no debería saber a esa edad. Los padres de Yuto no se preocupaban lo suficiente, estaban más ocupados saliendo de viaje, mientras descuidaban al niño; ella realmente trataba con todo su ser de que Yuto no se diera cuenta, ya tenía muchos problemas sin esa información.
Pues, aunque Yuto no se lo dijera sabía que era alguien solitario y que los niños lo molestaban. Un día había llegado llorando con la ropa empapada de leche, los niños malos le habían echado su almuerzo en la cabeza.
. - ¿Por qué a mamá y a papá no les gusta pasar tiempo conmigo? - volvió a preguntarle a su nana, la mujer más sabia que conocía.
Su nana lo observó con dulzura.
. - Tus padres deben trabajar. - susurro, mientras se agachaba para quedar a su altura. - no debes sentirte menos, eres alguien muy especial, yo te amo mucho. Cualquiera daría todo para que fueras su hijo, eres fuerte, valiente y de un corazón noble. - beso su frente. - Te prometo que siempre estaré para ti, pero tú debes prometerme otra cosa. - su cara se puso seria. - no permitas que nadie te convierta en alguien que no eres ¿Me lo prometes?
Yuto ladeo la cabeza en confusión para finalmente soltar una sonrisa aniñada.
. - Lo prometo nana. - sello con sus palabras una promesa que tal vez no podría cumplir.
Yuya observó atónito a un Yuto mucho más pequeño y dulce, a diferencia del chico frio y serio que había conocido en su dimensión.
Sin embargo, poco a poco noto como el escenario cambió para mostrar la vida y desgracias de su contraparte de la dimensión xyz.
Pudo admirar la felicidad que sintió al conocer a sus mejores amigos. Kurosaki Shun, Kite Tenjo, Sayaka y Allen. La primera vez en la que se sorprendió y se enamoró de Kurosaki Ruri, la furia y el dolor de ver convertida en carta a su nana y la desesperación e impotencia al ser testigo de cómo Ruri era secuestrada.
La misma persona que se le apareció a Yuya, se le estaba presentando a Yuto, haciendo todo lo posible para poseer el cuerpo y alma de del mismo que se encontraba sensible después de ver aquellos recuerdos tan dolorosos.
Yuya no iba a permitir que se llevaran a su contraparte de xyz, y al notar que por más que gritara no era escuchado al estar Yuto en trance y que su discurso sobre que los duelos eran para traer sonrisas tampoco funcionaba, saco su última carta.
. - ¡SE LO PROMETISTE A NANA! - grito, como último recurso, notando que había funcionado al ver como los ojos grises de Yuto recuperaban su brillo habitual y la figura de su nana se materializaba enfrente de él, proporcionándole un beso en la frente.
Para luego dirigirse a Yuya, sonriéndole proclamando un gracias para después desaparecer.
El escenario en tinieblas desapareció para mostrar uno mucho más iluminado.
. - ¿Yuya?.- pregunto, confundido observando sus alrededores. - ¿Dónde estamos? - Yuya lo observó fijamente para contestar.
. - Creo que estamos.... en la cabeza de Zarc.
. - ¡CHICOS! - voltearon encontrándose a ..........
Yugo.
Resucite de la muerte solo para entregarles un capítulo más en esta cuarentena.