❛ Alas blancas y negras,
algún día se cruzarán y
ambos poderes liberarán.
Porque no hay manera
de frenar lo inexorable.
El descenso del cielo y
el ascenso del infierno.
Donde ya nada será igual... ❜
❴ Chilling Adventures of Sabrina...
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acto uno: para arruinar una vida i. en el bosque
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Las películas de terror me asustarían por completo si fuera distinta. Sé que hay muchas personas que aman esta clase de películas y se ríen en los momentos aterradores (como mi amiga Sabrina), pero estoy segura de que si creyera en algo, en cualquier cosa, no sería en los zombies. Cuando alguien muere, simplemente permanece así, muerto. No va a resucitar, ni comenzar a caminar por la ciudad, ni comer cerebros. Pienso todo con demasiada lógica y la verdad, ni me inmuto cuando todos en el cine gritan horrorizados por una escena en la que un zombie se come a su hija o algo así.
Me giro para el costado y veo a Harvey abrazando a Sabrina con todas sus fuerzas. Yo estoy de su otro lado, pero ya me imaginé que siempre la elegiría a ella en cualquiera situación. Es su novia después de todo. Sin importar cuánto eso me destroce en miles de pedacitos y haga que mi corazón se quiebre más a cada instante.
Había una vez una niña que había conocido a un niño, quedando instantáneamente flechada con él. Ella pensó que podrían ser amigos hasta avanzar hacia algo más. De verdad estaba muy enamorada. Todo parecía marchar más que bien cuando las clases iniciaron. El chico pareció atontado al cruzar miradas con otra pequeña. Y desde ese preciso segundo, Harvey Kinkle y Sabrina Spellman estuvieron destinados a acabar juntos. Con respecto a la otra niña, bueno, ella solo consiguió un corazón roto y una nueva amiga. ¡Bien por ti, Agnes!
Luego de ese trágico inicio conocimos a nuestras otras amigas: Rosalind Walker y Susie Putnam. Se conformó un maravilloso grupo y todo continúa con una relajante normalidad. Claramente, tengo que ocultar mi pequeño enamoramiento con Harvey, pero eso fue algo totalmente pasajero. Ya casi ni siento un pinchazo atroz en el pecho cada vez que lo veo cerca de Sabrina. No, ya no.
Auch. Bueno, puede ser que aún esté en el proceso de superación, pero siempre se puede salir de algo así, ¿no?
—¿Qué te pareció la película?
La pregunta de Sabrina me descoloca por completo, ya que apenas le había prestado atención al final. Estaba tan desatenta hace un rato que las luces de la sala ya se encuentran encendidas y todos están saliendo. Me paro rápidamente acomodando mi chaqueta y le sonrío, esperando poder ocultar mi falta de concentración. Por mi tardanza en responder, Brina cree que no la había comprendido y repite.
