|¡Oye Idiota!| Bakugou x Lector (Hombre)

Fósforo

PDV de Bakugou

No puedo creer que hice esto. Después de clases, fui al hospital donde dijeron que internarían a T/A. Había mucha gente, incluyendo a sus padres así que esperé que se fueran todos.

Cuando ya no había nadie, decidí entrar. El señor Aizawa se acababa de salir después de que T/A despertara. Al entrar en la habitación noté la cara de sorpresa del imb- ...de T/N. Me senté a su lado, y al instante, preguntó:

"¿Que haces aquí Bakugou?" Con intriga y algo de ternura por lo que noté

"Estaba..." Hice una pausa, no estaba seguro de lo que iba a decir "Preocupado... por ti". Dije finalmente con un leve sonrojo. MIERDA. ¿¡QUE ME PASA!? LO CONOZCO HACE DOS DÍAS. 

"Que tierno..." Dijo después de soltar una leve risa, supongo que al notar mi rubor.

"No te confundas... solo... eh..." No tenía idea de que decir. No había excusa. Solo vine por... porque... Mierda, no sé.

"No necesitas excusarte, Bakugou" Dijo sonriente "¿Sabes? Creí que ibas a matarme en cuanto me viste incendiarme" Expresó soltando una leve risa.

"Eso iba a hacer, idiota. Pero-" Corté mi frase no quería quedar como un cursi. Parecía que estaba por preguntar algo, pero entonces entraron el doctor y el Señor Aizawa.

"Bien, T/A..." Me miró como si fuese un alien antes de continuar "Y Bakugou, el doctor está aquí para explicar tu verdadero don" Le dio pase al doctor con la mano hacia adelante.

(Si no quieres leer una aburrida explicación, pásate al resumen de Bakugou que está más abajo, aunque este tiene menos información)

"Bien, N/C, tu don se llama 'Fósforo'. Se trata de el exceso de presencia de fósforo en tu cuerpo. Presentándose así, en lugares más allá de los ácidos nucleicos. Es decir, se encuentra en tu sudor, músculos, piel e iris del ojo. Como el fósforo se encuentra en tus músculos más de lo normal, esto ayuda a que los mencionados se desarrollen más a fondo obteniendo así más fuerza de la esperada. En tus iris, puede brillar cuando se muestre en la superficie de esta. Y en tu piel, cuando haces el suficiente esfuerzo, de tus tejidos musculares se proyectan a la superficie, creando tu característico brillo. Ya que, cuando el fósforo tiene contacto con oxígeno, brilla. Ahora el motivo de haberte prendido en llamas, es debido a que tu sudor también contenía fósforo. Y cuando el fósforo es expuesto a un ligero calor, se incendia. Esto debe ser porque tu cuerpo es capaz de calentarse un poco más de lo normal. Por esto es que te encendiste. Y tu piel lo resistió porque fue diseñada para ello"

Se oyó un silencio sepulcral. Era sorprendente. Todos quedamos boquiabiertos. T/N había vivido su vida sin saberlo. ¿Como se sentirá?

"En resumen, ¿el fósforo lo hace más fuerte en sus músculos, lo hace brillar por su piel y lo incendia por el sudor?" Pregunté yo intentando entender la menuda explicación científica que nos dio.

"Así es." Respondió el doctor de forma seca. Miré a T/N. Su cara, era de asombro, confusión y alegría al mismo tiempo. Se podía ver en sus ojos.

Tu PDV

Miré a Bakugou con lo que estaba sintiendo en ese instante. Todo fue tan raro... El Señor Aizawa y el doctor, se fueron de la sala para dejarme pensar en lo que había pasado. Claro... jamás se dieron el tiempo de diagnosticar a fondo mi don cuando era pequeño.

"Es... ¿muy fuerte para ti saber esto?" Preguntó Bakugou intentando mantener su expresión indiferente ante la intriga que sentía, lo cual me dio ternura.

"Algo" Reí de forma tonta y risueña, lo cual no le sacó una sonrisa, pero lo ruborizó. Pasó un largo rato de silencio, donde solo nos la pasamos mirándonos pero a veces desviando la mirada. Yo no lo llamaría incómodo. Lo llamaría tierno. Este mágico silencio se rompió al oír a Bakugou decir:

"Oye, lamento haberte tratado como mierda desde que entraste a la U.A. ... A veces o... siempre, puedo ser un imbécil" Se sonrojó levemente al decir esto, pero también frunció el ceño, como si no tuviera la intención, o más bien, la costumbre de decir lo que estaba diciendo.

"No te preocupes" Dije calmado. A lo que, por alguna razón, el rubio se acercó a mi me dio un breve beso en la frente. Yo le sonreí y abrí los ojos como platos con una sonrisa risueña pintada "¿Que?" Exclamé juguetón con ironía.

"No digas nada..." Dijo cortante y sonrojado, como lo estuvo la mitad de nuestra conversación. En lo siguiente, se levantó del asiento y procedió a despedirse. Pero, yo me paré y lo abracé con calidez.

"Nos vemos mañana Katsuki..." Expresé con calidez calma y ternura durante el abrazó. Lo último que vi de él, fue su cara de tomate y su ceño fruncido. A mi parecer, se vió muy tierno. Decidí echarme en la cama hasta que me dieran el permiso de marcharme.

-Wow... mi don es increíble- Pensé