Capitulo 2

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-¿Que?¿A mi?¿Gustarme el?Estas loca.-me responde aceleradamente y trabandose con sus propias palabras.

-Tus mejillas te delatan.-le digo, y es verdad, cuando lo habia dicho se habian vuelto de un color mas rojizo.

-Mis mejillas son tontas, y si...puede que me guste un poquito...

Ally me dice eso muy bajito y se tapa las mejillas mientras agacha la cabeza, nunca la habia visto asi, suele ser muy dura por fuera, pero tiene su corazoncito, me rio y la abrazo.

-Ai, que mi mejor amiga se ha enamorado.

-Eh eh eh.-dice separandose un poco de mi, y entiendo que vuelve a ser la Ally de siempre.-No estoy enamorada, me gusta el chiquillo, es mi mejor amigo, y es gracioso, simpatico y guapo. Pero no se que hacer.

-Estas mas mona.-le digo volviendola a abrazar.- Y no te preocupes, tu tambien le gustas.

No le miento, me fijo en como Dilan la mira cuando ella esta despistada, se le nota que le gusta en los ojos, hasta un tonto podria darse cuenta, y espero que se atreva a dar un paso pronto, harian muy buena pareja.

-Vale, ahora si que se te ha ido la pinza, es imposible que yo le guste a nadie.

-No es imposible.-le contesto riendo.- Eres adorable, ademas, estoy casi segura de que siente algo por ti, he visto como te mira.

-¿Y como se supone que me mira...?-pregunta ella con los ojos entrecerrados.

-Como si le gustases.

-Dios Zira, deja de decir tonterias.-responde.- Y vamos a clase ya, o no nos dejaran entrar.

-No son tonterias.-le digo riendome al ver su reaccion, se nota que le ha aliviado que le dijera eso, pero Ally es Ally y no va a dar el primer paso ella, por mucho que le guste Dilan. Se vuelve hacia mi y me mira fijamente.

-Como le digas algo de esto a alguien veras.-dice seriamente.

-Tranquila, solo te cuento cosas a ti, ademas a lo mejor mañana ni me acuerdo.-respondo encogiendome de hombros.

-Seguro que te acuerdas.-me animó.

Sonrei un poco, la verdad es que era posible que me acordara, aunque no seguro, era capaz de recordar esas cosas mas o menos con facilidad, lo que se me resistía eran las personas, los nombres y los caminos, siempre tenia que depender de alguien, cosa que no me gustaba porque no me gusta ser un estorbo para mi familia o amigos.

El resto de la mañana paso con tranquilidad, en las clases intentaba inútilmente prestar atención, tenia dos razones para no atender, una era Ally que estaba sentada al lado mia y no paraba de criticar al profesor o de decir tonterías, y el otro es que tengo déficit de atención, por ello casi nunca estoy pendiente en clase. Todas estas cosas me pasan desde el supuesto accidente, que no me acuerdo de nada de lo que paso y no se lo pregunto a mi familia por que le duele recordarlo. Todavia recuerdo la primera y ultima vez que se lo pregunte, habían pasado unos meses desde que sali del hospital y tenia curiosidad por saber lo que me había pasado, fui hasta el salón, donde estaban mis padres y mi hermano sentados, les pregunte directamente que que me había ocurrido en el accidente, inmediatamente mi madre rompió a llorar, no pretendía hacerla sufrir, me dolia verla de esa manera, mi padre la consolo pero no sirvió de nada, seguía llorando y yo no sabia que hacer, mi hermano me abrazo y me llevo hasta mi habitación, me pidió que no volviera a preguntarlo, que cuando fuera mas mayor estarían preparados para decírmelo. Y aquí estoy, todavía esperando una respuesta.

Salgo de clase cogida del brazo de Ally, no se separa de mi hasta que mi madre llega a recogerme, veo el coche de mi padre aparcado al lado de la puerta del colegio, el me espera dentro, pocas veces viene a recogerme pero siempre que puede lo hace.

-Hasta mañana Ally-digo soltándome de su brazo y dirigiéndome al coche.

Ella se despide con la mano cuando yo entro en el coche y me siento en el asiento del copiloto, mi padre da un beso en mi mejilla y sonríe a la vez que yo.

-¿Qué tal el día cariño?-pregunta encendiendo el coche.

-Bastante normal...-respondo dudosa, no sabe lo de esta mañana pero tampoco se lo quiero decir porque se preocuparía demasiado.

-Zira, a Oliver se le ha escapado lo que te ha pasado antes, ¿estas bien?

-Si.-suspire-Solo me he agobiado, ya sabes qué me pasa cuando estoy sola en una habitación.

-Si lo se cariño.-dice mirándome-Hoy tienes cita con el doctor, no olvi...recuerda decírselo.

-Papa, puedes decir la palabra olvidar, ya estoy acostumbrada.

-Tu si, pero yo no...-responde con una sonrisa forzada que hace que se me acumulen las lagrimas en los ojos, duele cuando me dicen eso, por que tiene razon, ellos tambien han sufrido mucho.

Cuando llegamos a casa le doy un beso a mi madre y voy en busca de mi hermano, lo busco por todos sitios pero nada, pienso que seguramente este arreglando algunas cosas de la universidad pero me apetecia estar y hablar con el. Aunque mamá haya preparado la comida, no me apetece comer ahora mismo, cogo una manzana y me dirigo hacia mi cuarto cuando alguien me retiene del brazo.

-Zira deberias comer algo mas.-dice la cariñosa voz de mi madre cuando me doy la vuelta, se que tiene razon pero suelo tener muy poco apetito.-El medico dice que no es bueno que comas tan poco.

-No tengo hambre, y me da igual lo que diga el medico, no me puedes obligar a comer.- le respondo, pero me arrepiento enseguida de haber dicho eso cuando me agarra de los hombros y me mira seriamente.

-A mi no me da igual, estamos hablando de tu salud y eso es importante, y te deberia importar.-contesta quitandome la manzana de las manos, estoy tentada a soltarme de ella y encerrarme en mi habitacion, pero no lo hago por que se que le molestaria.- Asi que ahora cuando llegue Oliver, vamos a sentarnos a la mesa y comer, todos, incluida tu.

Me deshago de sus manos y salgo de la cocina, no me voy a poder librar de hacer lo que me ha dicho por muchas veces que le repita que no tengo hambre, se preocupa por mi, y eso aunque se supone que es lo que hacen las madres pueede llegar a resultar muy cansino. Cuando llego a mi habitacion estoy cansada y desesperada por esta situacion que se repite todos los dias de mi vida desde el maldito accidente. Mi cuarto es pequeño con una litera que pusieron alli cuando volvi por que, aunque no me guste reconocerlo, me daba miedo dormir sola, me daba miedo estar sola en realidad, y aunque ya lo estoy superando todavia me pongo mal cuando estoy sola en una habitacion, exceptuando esta, que es como mi pequeño refugio, me dirigo a un hueco que hay entre el escritorio y la litera, donde coloque hace meses unos cojines en el suelo y apoyados en la pared para que me pudiera sentar alli y tranquilizarme, la idea fue de Oliver, que penso que si contruia un sitio solo para mi, en el que estubiera comoda y fuera agradable, podria relajarme todo lo posible, y la verdad, ayudo bastante. Me siento alli y cogo una libreta de dibujos mientras espero a que mi hermano llegue, la abro y comtemplo los dibujos, casi todos ellos son de naturaleza, animales y criaturas fantasticas, me lo dio mi padre hace una semana, dijo que lo encontro escondido en uno de mis cajones cuando yo aun estaba en el hospital, aunque supongo que eran mios, no estoy del todo segura, por que mis dibujos de ahora no se pueden comparar con los de esta libreta. Paso las hojas hasta encontrar la que busco, es un dibujo precioso, todos los detalles hechos a la perfeccion, el mar que salpica las piernas delgadas de una chica, su postura de espaldas al dibujante que impide ver su rostro, pero que deja claro que esta observando a un sol anaranjado que se oculta por la linea del horizonte, como su largo cabello rizado y el ligero vestido que lleva se ondean a causa del viento, todo esto me hace cuestionarme si es producto de una imaginacion o si de verdad existe ese lugar, sigo fijandome en el dibujo y veo que en el acantilado que hay a la derecha de la chica se encuentra una pequeña cabaña, que, sin saber por que llama mi atencion, pero eso no es lo que ha hecho que me suelte un grito ahogado o que los ojos se me humedezcan, no, eso a sido causado por lo que se encuentra en la esquina inferior derecha, una firma, que hace que me pregunte como ha llegado ese dibujo aqui y por que he reaccionado asi por una sencilla y simple S.

Recuerdo EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora