Capitulo 3

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Noto que la puerta se abre y cierro la libreta rapidamente, mi hermano entra en la habitacion y me pilla escondiendola debajo de la cama, para que nadie la encuentre ni la mire. Tengo que averiguar como ha llegado ese dibujo hasta mi, y sobretodo de quien es, porque si de algo estoy segura es que no lo he hecho yo, por muy bien que pintara antes.

-¿Que es eso?-pregunta Oliver refiriendose al cuaderno que acabo dejando caer sobre los cojines del suelo.

-Dibujos-le respondo levantandome y  quitandole importancia, lo que menos me apetece ahora es que se ponga a verlos.-Mama quiere que vayamos a comer, bueno a mi me obliga.

-Solo se preocupa por ti pequeñaja, ademas ultimamente no comes mucho y no quiere verte enferma.-me dice mientras me revuelve el pelo cariñosamente, lo dice para que yo lo entienda, pero solo consigue que me moleste mas.

-Ya lo se, y no me hace falta que me lo digas, me se la charla de memoria,¿sabes? Y deja de llamarme asi, por que ya no soy pequeña, he crecido, y os podriais ir dando cuenta.

Salgo de mi cuarto pasando por su lado y desprendiendome de sus brazos que intentan retenerme, voy a entrar en la cocina cuando se pone en la puerta impidiendome pasar y me mira ladeando la cabeza y mirandome con los ojos muy abierto.

-Siempre vas a ser mi hermana pequeña Zira, y no te estaba reprendiendo que no tengas apetito ni nada de eso. Solo queremos que estes bien,¿vale?-coloca sus manos sobre mis hombros y baja la cabeza hasta mi altura.-Asi que ahora con una de tus maravillosas sonrisas, aunque sea de mentira, vamos a entrar ahi y a comer como una familia normal. Por que los dos sabemos que eso hara feliz a mama y a papa, ¿me equivoco?-susurra guiñandome un ojo.

-No te equivocas, casi nunca lo haces.-respondo y sonrio, aunque en este caso, es una sonrisa de verdad, por que por muy pesado que sea mi hermano, sabe hacerme reir.

Entramos y nos sentamos cada uno en nuestro sitio. Aunque me paso el tiempo dandole vueltas a la comida sin comermela y hablando con mis padres y Oliver, resulta agradable estar asi. La verdad es que pocas veces estamos todos juntos desde que nuestra vida volvio a ser mas o menos normal, y habia olvidado como era estar con ellos, hablando tranquilamente y riendonos como una familia sin ninguna preocupacion ni problema aunque lamentablemente ese no sea nuestro caso, por mi.

Mi madre me llama a las cinco menos cuarto, es la hora, ahora es cuando yo tengo que poner buena cara y aguantar una sesion con mi doctor mental, menos mal que ya solo tengo que ir a verlo una vez a la semana, no por que yo quiera, si no por que mi familia me obliga, se supone que es bueno para mi. Aunque yo no este de acuerdo, no me apetece ponerme a discutir otra vez sobre el tema, no me sirve de nada, siempre salgo perdiendo. Salto de la cama de arriba, dejando el cuaderno bien escondido, y cayendo en el suelo, me pongo los zapatos y salgo de mi cuarto.

-Alegra esa cara cariño.-me dice mi madre dulcemente cuando me ve.-Ya veras como pronto podras ir menos veces, solo un par al mes.

-Oh estupendo.-contesto ironicamente.-Anda vamos

Escucho su resoplar mientras nos dirigimos al coche, tiene que ser duro tratar con adolescentes, y conmigo aun mas, aunque tampoco es facil para mi. Nos montamos en el coche y vamos hacia la consulta que no esta muy lejos de mi casa, mis padres querian que estuviera cerca por si alguna vez me pasaba algo.

Me bajo del coche sola, como cada mez que vengo, mientras quien me trae se queda mirandome hasta que entro en el edificio. Es una consulta sencilla, con una sala de estar tranquila con varios sofas bastante comodos, me siento en uno de ellos a esperar que la muchacha que hay detras del mostrador me llame para que pase. Miro a las personas de mi alrededor y saludo a una anciana con la mano, la vero todos los dias que vengo, no me acuerdo de su nombre pero se que perdio a su hijo en el hundimiento de un barco hace un par de años. Ella sabe mi historia, Oliver se la conto cuando aun me acompañaba, a veces hablamos pero hoy ninguna parecemos tener ganas, me sonrie y cuando voy a devolverle la sonrisa algo me hace suspirar.

Recuerdo EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora