《 Ray x Tú 》「Yakusoku no Neverland/The Promised Neverland」

#11

Miré a Madre y luego dirigí la mirada de nuevo a los niños, para comprobar si Ray había aparecido.

—Nos vamos —insistió Madre. Me agarró de la mano y me llevó con ella.

En el instante en el que cerró la puerta después de que hubiéramos salido de la casa, vi aparecer a Ray.

"Ray".

Yendo hacia la puerta, puse en marcha mi plan.

—Eres muy astuta, Madre —dije.

—¿Por qué? —se interesó.

—Por enviarme. ¿Cómo averiguaste que era yo?

—¿Que tú eras quién? —su duda crecía por momentos.

—Lo sabes bien. Aquella noche en la que recogieron a Conny.

—¿Tú fuiste quien estuvo allí?

—Me asusté tanto que olvidé recoger a Little Bunny. Y pensar que ahora voy a acabar como Conny. —Miré a Madre, que parecía estar creyéndoselo.

—Jamás sospeché de ti. Así me pones las cosas muy fáciles.

—Creí que lo sabías y que por eso me enviabas.

—Entonces no tengo de qué preocuparme si me deshago de ti ahora.

En ese instante llegamos a la puerta. Los gruesos barrotes se levantaron, para dejarnos pasar. Aquello era como revivir mi pesadilla. Cuando estuvimos dentro, los barrotes volvieron a bajar. El ruido que provocaron hicieron que me estremeciera.

Al levantar la vista, de la oscuridad salieron dos demonios.

—Buenas noches, Isabella —dijo el más alto. —Así que esta es la entrega de hoy.

—Sed rápidos, por favor. No puedo dejar a los niños solos mucho tiempo.

—Es lo que dices siempre —gruñó el otro demonio.

Entonces, el monstruo más bajo sacó una especie de flor, como la de mi pesadilla, de un saquito que llevaba. La fue acercando a mí lentamente. Madre, a mi lado, observaba el momento con normalidad.

—¡¡____!! —gritó una voz detrás de mí.

Me giré y vi a Ray corriendo hacia los barrotes de la puerta.

—¡¡Ray!! —Sin dudarlo, dejé caer mi maleta, vacía, al suelo y me lancé hacia la verja. A pesar de sus buenos reflejos, Madre no pudo hacer nada para detenerme.

Llegué hasta la barrera a la misma vez que Ray. Pasó su brazo entre los barrotes para coger mi mano y entrelazar sus dedos con los míos.

Al mirar atrás, vi cómo el demonio venía con la flor y me estremecí. Ray parecía incluso más nervioso que yo.

—¿¡Qué puedo hacer para sacarte de ahí!?

—Nada —intervino Madre. —No hay nada que puedas hacer. Hay cosas inevitables, Ray. Deberías saberlo más que nadie.

En ese momento, el demonio llegó hasta donde yo estaba y colocó la flor sobre mí.

Todo pareció apagarse de repente.

Lo último que toqué fueron sus dedos.
Lo último que oí fue su voz.
Lo último que vi fue su rostro.
Lo último que sentí fue su amor.
Lo último que dije fue su nombre.
Lo último en lo que pensé fue Ray.

Fin

.............................

Muchas gracias por el apoyo que ha tenido la historia. Estoy muy agradecida a tod@s l@s que siguieron el Fanfic y lo leyeron con el mismo entusiasmo que yo puse al escribirlo.

Desliza para leer el final alternativo.