Abrí mis ojos lo más que pude y volteé a ver la puerta. El estaba ahí parado, se había quedado asombrado al verme. No iba a dejar de mirarlo y al perecer el tampoco dejaría de mirarme. Su rostro no portaba gesto alguno y el mío de seguro era un espanto. Entrelacé mis dedos intentando darme seguridad para hablar.
-¿Dónde estabas?-dije temblorosa. Entró del todo a la habitación y cerró la puerta detrás de el.
-No tengo porque darte explicaciones.
-Si tienes porque.-le dije. Pasó a mi lado dirigiéndose a la cama. Tenía olor a alcohol.- Louis.-lo llamé haciendo que volteara a verme.
-No tengo que darte explicaciones a ti.-me dijo seriamente.
-Si que tienes, y las quiero ya.
-Mira...-me tomó por las muñecas.- primero que nada, tú tienes que darme explicaciones a mí y segundo, NO TE METAS EN MI VIDA.-gritó la ultima frase y me soltó bruscamente. Respiré hondo intentando calmar mi miedo.
- Louis …-dije cuando ya no me miraba.
-No quiero que me digas cosas que ya se.
-¿Cosas como que?
-Y tampoco quiero que me confundas.-me dijo. Regresó su mirada a mi rostro.- Quiero que me expliques.
-¿Estuviste tomando?-pregunté ignorando lo anterior.
-¡Eso no viene al caso!-dijo exaltado.- ¿Y que si estuve?-dijo enojado.
-A ver Louis …-dije sentándome en el sillón. Me había mareado.- Hablemos como se debe, sin gritos, sin golpes, como dos personas normales.- se sentó a mi lado pero mas alejado de mi cuerpo.- ¿Dónde estabas?
-Eso no importa.
-Si importa.-dije secamente. Lo sentí reír con ironía.
-Entonces te importa. ¿Cierto? Pero no te importa calentarme y luego dejarme solo en la cama. ¿Verdad?- estaba completamente furioso y se notaba en su mirada y voz.
-No fue así.
-Espera… déjame continuar, aun no acabo.- apoyó sus codos sobre sus rodillas y se pasó las manos por el cabello alborotándolo. Volvió a sentarse derecho y me miró.- ¿Por qué lo hiciste?-me dijo.- Pensé que habíamos terminado con las venganzas.
-Y no era una venganza.-dije en mi defensa.
-¿Entonces por que lo hiciste?-me dijo.
-Tú empezaste.-me defendí.
-Pero tú no me detuviste.-agregó. Posó su mirada sobre mis ojos.- ¿Por qué llorabas?
-Yo te pregunté algo antes.-dije intentando no responderle.
-¿Qué quieres que te responda?-me dijo histéricamente.- ¿Quieres saber si tome?-me gritó. Asentí temerosamente.- Si, si tomé, y puede que en este momento este algo mareado pero soy conciente de lo que me hiciste, o mejor dicho con lo que me dejaste con ganas de hacer.
- Louis no hace falta que me grites.
-¿Qué no?-dijo elevando la voz.
-Estamos en un hotel.-le grité.- No vuelvas a elevar la voz o nos sacaran a patadas de aquí.-agregué en un tono más calmo.
-No me interesa. Es más, nos vamos de aquí.-se levantó del sillón. Volteó a verme.- Levántate del maldito sillón y arma tus maletas.
- Louis …
-_______, tu y tus repetidos “Louis” todo el tiempo me están hartando. Levántate dije.-gritó. Me levanté del sillón y quedé frente a frente con el.- Ve y arma tus maletas ya.-gritó.