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El castañito peinaba su cabello con devoción mientras los pensamientos embriagaban su mente, realmente estaba nervioso.

Sus ojos se posaron en el traje negro que colgaba de la puerta de su armario. Caminó hasta el y comenzó a vestirse con desgane. El hecho de ser el vicepresidente estudiantil durante su segundo año de preparatoria estaba siendo una carga muy fuerte para el; y ahora que su mejor amigo JiMin, el presidente, estuviera por graduarse lo ponía peor. El no sería capaz de hacer todo. Este baile de graduación sería difícil. Ahora el sería el presidente.

Escucho voces en la planta baja,suspiró pesado decidió ponerse los zapatos y algo de colonia. Realmente le aterraba la idea de que a partir de hoy su vida cambiaría completamente.

Estaba temblando cual gelatina. Pero sabía que no podía seguir queriendo evitar tanta mierda. Algún día todo esto tendría que pasar.

Camino por el pasillo dirigiéndose a las escaleras repasando mentalmente lo que les diría a sus padres. Al fin saldría del closet.

Bajo lentamente, sintiendo cada paso como si fuera el último. Se detuvo al final de estas con una expresión neutra en su rostro.

-Hola papá...-Llamó bajo pero siendo lo suficientemente audible para que ambos mayores pusieran atención al joven.

-Hey~ ven aquí campeón.-Dijo su padre despojándose de su saco para arrojarlo al sillón.-Te vez bien hijo, seguro que más de una mojará sus bragas al verte.-

El chico no pudo evitar sentirse más incómodo, mientras sentía un nudo formarse en su garganta.

-Es verdad hijo, te vez muy guapo.-Dijo la mujer sonriendole, para posteriormente desaparecer por la puerta de la cocina.

-¿A quien llevaras al baile, muchacho? ¿Quieres que te llevé o algo?-Dijo el hombre acercándose a su hijo para tomarlo por los hombros y sacudirlo suavemente.

-Nno papá, no es necesario. No iré con nadie.- Dijo el muchacho suspirando mientras retrocedía un poco.

-Eso significa que serás un todas mías. Eso esta bien hijo. Pero no dejes que cualquier puta se te acerqué.- El joven se mantuvo estático mientras oía aquello proveniente de su progenitor.

-De hecho papá quiero hablar sobre algo antes de irme...- Al fin hablo tratando de sonar firme.

-¿ah si?- Cuestionó el hombre.

-Si, y es importante que mamá lo escuche también.

-¡MiSoo ven para acá!- El hombre gritó tan fuerte que se puso rojo. Eso comenzaba a asustar más al castaño.

-¿Que pasa JongNeul?-La pelinegra se acercó rápidamente para posicionarse frente a el.

-JungKook quiere hablar de algo con nosotros.- Dijo haciendo un ademán con la mano para que se sentará a su lado, por lo cual ella obedeció.

-Bueno es sobre el porque no iré con alguien al baile.-Dijo temeroso el chico.-Pues la verdad es que...-

Las palabras se quedaron en su boca no sabía que decir ahora que sus padres lo miraban atentos. Era como si su valor se hubiera desvanecido, así sin más.

-Vamos JungKook, sabes que odió perder el tiempo en pendejadas. Di lo y ya carajo.-Exclamo el hombre notablemente molesto por el repentino silenció.

-Lo que ocurre es que.... Soy gay. No me gustan las mujeres.-

Los ojos de los mayores se abrieron descomunalmente, el menor bajo la cabeza y el ambiente se tornó aún más tensó de lo que era antes.

-¿Nos estas jodiendo?-Al fin hablo JongNeul.

El baile y el salón >YoonKook<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora