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JungKook estaba sentado en el suelo del gimnasio donde se llevaba a cabo el baile.

A nadie parecía importarle que el próximo presidente escolar estuviera solo.

Desde el momento en el que se encontró con JiMin y NamJoon se desbordo en llanto; tristemente al estar en la escuela no podían hablar frente a todos, justo cuando se iban para poder hablar con tranquilidad apareció el director. Llevándose con el a la pareja con la excusa de que el pelirosa tenía que hacer un papeleo y que sería importante la opinión del moreno por ser ex-alumno y ex-presidente.

La pareja se despidió con pena del más joven, prometiéndole apurarse para volver con el. Pues no querían dejar en ese estado al castaño; pero no había opción.

Todos parecían vivir dentro de una de esas típicas películas donde están con su pareja y el baile es un éxito. Tanto así que aparentemente nadie se percataba del niño que lloraba en silenció.

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YoonGi llevaba media hora solo en la entrada del instituto lanzando maldiciones al aire.

Sus supuestos “mejores amigos" lo habían dejado solo.

SeokJin desapareció  minutos después de haber llegado, ya que su ‘TaeTae’ lo esperaba con un ramo de rosas en las manos. Lo cuál parecía estupido ya que el mayor había comprado un arreglo de margaritas para el de la sonrisa cuadrada.

Sin más la pareja se marcho para ir al baile. YoonGi no se opuso ya que el estaba consciente de los planes del azabache.

Lo que realmente cabreaba al rubio es que HoSeok no llegaba.

El pelinaranja era el motivo por el cuál había decidido ir a la escuela para el baile, y tampoco se dignaba a contestar los mensajes ni las llamadas.

Comenzaba a hacer frío, y empezaba a tener hambre.

Al carajo su dignidad. Entraría solo.

Se adentro en la escuela mirando a todos con desagrado.

Cuando llegó al gimnasio se impresionó al ver la decoración, había mamparas blancas colgando del techo, junto a unas telas color dorado que iban a las esquinas de la habitación; globos de ambos colores sujetos a las mesas y flotando por ahí. Papel dorado en forma de confetí regado por todo el lugar. Incluso había un mini jardín con una pared de piedra con enredadera artificial simulando crecer ahí, para que los alumnos pudieran tomarse fotografías de recuerdo ahí.

Caminó a paso lento hasta la mesa de aperitivos.

Realmente los encargados habían pensado en todo. Comía un sándwich mirando a su al rededor hasta que unos bastardos se aproximaron a el.

-Hey Min ¿donde esta tu novia?-

-Lo olvidas, el es puto.-

-Oh cierto entonces que dices YoonGi ¿quieres de mi salchicha?-Dijo bajándose el cierre.

-Que los jodan...-farfulló el pálido alejándose de ellos. No quería pelear con ellos. No hoy por lo menos.

Caminó sin rumbó por ahí, sentándose en una de las sillas que se encontraban a las orillas.

Su vista recorría cada rincón del gimnasio hasta que lo vio.

Dudoso sobre que hacer miraba al joven que abrazaba sus rodillas en busca de consuelo.

Sin pensarlo dos veces se acerco a el y se agacho para quedar a su altura.

-Oye ¿estas bien?-cuestiono el pálido al ver que el joven a su lado limpiaba sus lágrimas con la manga de su traje.

-Yo... si, estoy bien.-El castaño desvío la mirada mientras aquel desconocido apartaba el cabello de su rostro.

-Estas bien de bien, o bien de dejame en paz.-cuestiono el rubio ahora sentándose a su lado.

-No estoy seguro...-Los ojos del más joven volvieron a llenarse de lágrimas.-¿podrías dejarme solo?-

El rubio se sintió ofendido ya que realmente las otras personas le valían una hectárea de verga. Pero con el castaño resulto ser diferente; no le gustaba verlo llorar y eso que ni siquiera sabía quién era ese chico.

Se levanto del suelo y camino rumbo a la pista de baile, una canción pegajosa comenzó a sonar y sin pensarlo dos veces y sino perdió la dignidad al entrar ahí solo; definitivamente la perdería ahora.

YoonGi nunca había bailado bien. Pero no le importo comenzó a moverse tratando de llevar un buen ritmo.

El castaño levanto la vista y no pudo evitar sonreír al ver al desconocido bailar tan...raro.

El pálido le devolvió la sonrisa y siguió con sus energéticos y torpes movimientos.

No sabía porque, pero quería animar al joven frente a el.

La canción terminó y ambos se sonrojaron sin motivo aparente.

Volvió a sonar otra canción. Up and Down de EXID resonaba por el "salón". Min suspiró y comenzó a mover las caderas tratando de hacerlo bien.

JungKook por su parte dejo de llorar por primera vez en la noche, centrando su atención al joven que bailaba por y para el.

Jeon siseo un poco y se levantó del suelo para así seguirle el paso al desconocido.

YoonGi no pudo evitar sentirse nervioso mientras sentía que se derretiría con solo ver esa hermosa sonrisa.

La sonrisa del castaño era la más hermosa que había visto en sus 19 años de vida.

Nunca pensó que hacer el ridículo funcionaría.

Aquel chico no lo dejó morir solo; el sonrojo no desaparecía de ninguno e irónicamente no dejaban de mirarse. Mientras trataban de imitar la coreografía femenina.

El castaño se sentía abrumado, quizás el rubio sea el indicado”;  JungKook sabía que era gay desde el momento en el que pensó que EunRi era lindo, lo comprobó cuando beso a JiSoo y no sintió nada. A la par que tenía esas típicas fantasías fangirl con G-Dragon y Justin Beiber.

Cuando JiMin comenzó a salir con NamJoon, el más bajo le hablaba de ese sentimiento tan lindo, lo que sentía al estar junto al de los oyuelos. Y lo mas importante como supo que el era el indicado.

Jeon sentía que todo eso que describió su mejor amigo, lo experimentaba al ver esos orbes obscuros frente a el.

Yo que era un solitario bailando, me quedé sin hablar.
Mientras tu me fuiste  demostrando que el amor es bailar.

La canción paró y se miraron por unos segundos.

-Soy YoonGi...-

El menor avanzó hacia el y sonrió.

-Un gusto... Yo soy JungKook.-

El baile y el salón >YoonKook<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora