**Bueno espero que les guste esta mini historia de tres partes. Aparte de caliente también tiene su dosis de violencia extrema, así que están advertidos. Y gracias a StrangeGRoxy28 por el lindo separador**
Judge Vinsmoke antes un reconocido científico en el mercado tecnológico con una reputación muy sólida a nivel mundial había tomado una decisión muy importante sobre como saldar su deuda con el hombre frente a él, quien lo esperaba 'pacientemente' o eso es lo que dejaba ver por el momento con ese semblante serio de su rostro que no mostraba ninguna otra expresión.
Le dio un trago a su bebida sin poder creer aun tener semejante oportunidad, tanto así fue su sorpresa ante aquella descarada proposición, que tuvo que volver a pedir que le repitiesen dicho trato nuevamente al no poder creer lo que le fue propuesto. Aquella simple oración lo había dejado impactado y sobre todo sin palabras.Semejante pedido no era usual...
Si vender a su hijo más inútil, le saca de semejante deuda que aumentaba cada vez más por los malditos intereses al tratar de salvar lo poco que le quedaba de la empresa; pues la solución propuesta no le parecía nada mal, no podía quejarse, sería una boca menos a la cual alimentar y ahorraría algo de dinero. Una sonrisa malévola adorno su rostro, luego de beber otro trago de licor que entumecía cada vez más sus sentidos; el líquido le calentó las entrañas mientras terminaba de beber otra botella de Brandy El Gran Duque de Alba, su favorito y el último que le quedaba en su tan adorada reserva privada.
-¡Sanji!- llamo el rubio pelilargo un tanto ebrio como todas las noches desde hace unos meses.- ¡SANJI~!-grita lo suficientemente fuerte para ser escuchado hasta el final del pasillo que se encontraba en su mayoría vacío debido al despido masivo de sus empleados que trabajaban en la mansión; allí solo se mantenían los guardias a los cuales había pagado cierta cantidad dinero por medio de cierto trato.
La puerta del despacho se abre unos minutos después dejando ver a un joven rubio delgado él cual posee una ceja muy particular, y unos hermosos ojos azules. El menor mira los hombres allí sentados y sabe que su padre no planea nada bueno. El ojiazul aprieta los puños y mira despectivamente a los hombres allí sentados aunque solo uno le llama la atención y logra que su piel se erice por el contacto de esa mirada, que muy a su pesar se le hace un tanto familiar.-es hermoso,- una sonrisa ladina aparece en el rostro del hombre que se encuentra sentado en el sillón de cuero quien lo mira fijamente; el de ojo café recorre el cuerpo del chico rubio de arriba abajo apreciando su casi delicada figura. Se levanta de su lugar y se acerca al joven, toma su mentón para levantar su rostro y así poder observar aquellas gemas del color de los zafiros que tanto le gustan- como dije anteriormente, saldare tu deuda si me lo das.
-¡No soy un objeto, imbécil! - le riñe el joven; le da un manotazo al hombre para que deje de tocarlo- y no pienso ir a ningún lado contigo. Ni siquiera te conozco ni tengo deseos de hacerlo.
El hombre de unos 33 años con aquella piel tostada por el sol le sonríe de forma burlesca por lo dicho notando que el lindo rubio es una pequeña fiera y no dará su brazo a torcer tan fácilmente, lastima por que no fuese tan obediente, él lo dominaría a las malas.
La sonrisa del hombre parece irritar al chico y se aleja dándole la espalda para luego salir del despacho de su progenitor, si es que acaso merecía ese título. No quiere nada de la mafia y mucho menos de ese tipo que lo pone un tanto nervioso por alguna razón, debido a la forma en que lo mira, como si pudiera ver todo de él.
Su mirada le provocaba escalofríos y a la vez un cosquilleo, por extraños motivos...
-no dejen que salga,- ordena Judge a sus hombres, quienes se apresuran a cortarle la única vía de escape del ojiazul. El rubio saca una cajetilla del bolsillo y se coloca el cigarro en los labios, luego usa el encendedor y prosigue a guardar los instrumentos de su adictivo vicio, que comenzó a los dieciséis años, en la parte trasera del bolsillo de su pantalón donde sabe que estarían a salvo y accesible por si acaso se le apetecía de nuevo.
El rubio mira a los hombres y sin pensarlo mucho los golpea con la suficiente fuerza para alejarlos; aquella patada es lo suficientemente fuerte como para dejar knockout a varios en el suelo. De algo le han servido tomar clases de defensa personal desde que era un chiquillo de 8 años para tratar de defenderse de sus abusivos hermanos.
-¿¡A donde crees que vas inútil!?- la voz enfurecida de Judge se deja escuchar mientras que los 'invitados' solo observan en su mayoría serios, en especial el hombre de la cicatriz en su ojo izquierdo y de tres pendientes dorados.
-no pretendo ser la solución a tu malditas deudas- el rubio lo encara molesto. Sanji simplemente deseaba largarse cuanto antes de casa. Hace unos dos meses atrás había comenzado a trabajar en un restaurante por medio tiempo, la paga no era mucho, pero con algo se debía comenzar aun siendo un estudiante de secundaria en su último año y a mes y medio de cumplir su ansiada mayoría de edad.
-Sr. Vinsmoke,- el peliverde se levanta y mira al patriarca rubio de la familia. Del cinto que lleva en sus caderas desenfunda una de sus tres katanas, y la blande hacia el padre de Sanji.-él es MIO y no tiene derecho a tocarlo.
El hombre mayor hace una mueca de molestia ante esto y chasquea los dedos. De en medio de las sombra un hombre aparece y clava en el cuello del rubio una jeringa con algún tipo de líquido tomándolo desprevenido. Este, en respuesta, se vuelve a ver a su atacante y siente como sus piernas empiezan a flaquear por la sustancia administrada que recorre su sistema, rápidamente el perpetrador es cortado a la mitad de forma limpia y uniforme dejando un charco de sangre y parte de las vísceras regadas en la alfombra persa modelo Isfahan que ha visto mejores días.
Los parpados de Sanji comienzan a cerrarse y lo último que ve es aquel ojo café que parece mirarlo con preocupación. Antes de caer y se lastime, rápidamente es tomado en brazos por el peliverde, quien luego lo acomoda en el sillón que hacía unos minutos atrás utilizaba.
-no era necesario matar a uno de mis hombres- replico el Patriarca de la familia Vinsmoke. Su semblante molesto les indico que no estaba de humor, mucho menos ahora que se le había bajado el alcohol en la sangre y veía disgustado la asquerosa escena sangrienta en su oficina. La mancha rojiza, sería difícil de sacar de ese material y tendría que botarla. Compraría una nueva, pero mucho más barata- con esto mi deuda esta saldada.
El hombre miro a su ex deudor y limpio la filosa hoja de la espada con un pañuelo blanco que uno de sus hombres le había tendido; al terminar la guardo.
Tomo en brazos nuevamente al rubio y salió de la mansión Vinsmoke junto con sus acompañantes. Subió al auto y acomodo al joven en su regazo, lentamente con su mano recorrió su rostro en una suave caricia.
Lo llevaría a su casa y haría suyo al dulce rubio.
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Esclavizado (ZOSAN)-THREESHOT [TERMINADA]
FanfictionSanji Vinsmoke es vendido por su padre como pago por una deuda. Disclaimer: todos los personajes pertenecen a Eiichiro Oda. Créditos de la imagen de portada a su respectivo autor **Gracias a NakamaSquad y a su editor Zoro, por la linda portada**