Smoke

Tyler.

La cabeza de Evan vuelve a divagar en millones de emociones y pensamientos, no entiende la corrupción de políticos que dicen defender sus ideales, tampoco el racismo u homófobia, no entiende el mundo y el mundo nunca lo entenderá a él. Sus padres le enseñaron a no creer en la venganza ni en el ojo por ojo y después de ser asesinados Evan perdió todo lo que era, ahora no sabe quién es y Elle le ayuda a encontrarse.

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Olas de humo blanco cubrían la habitación mientras Elle se deshacía con cada calada del veneno. Evan estaba en el baño haciendo algo desconocido para Elle, poniendo su pistola plateada a punto, cargandola con unas pequeñas pero mortales balas doradas.

Escuchó un ruído proveniente de la puerta pero no le dió tiempo a incorporarse, cuando alzó la vista un hombre de metro noventa y cuerpo tatuado, moreno con ojos claros la miraba desafiante.

-¿Dónde está?- Preguntó mientras la escrutaba con la mirada.

Elle que ese día no había descansado lo suficiente tiró su cabeza contra el sillón de modo que su mirada quedaba fija en el techo.

-¿Quién eres?-Pronunció de una forma apenas audible.

-Tyler.-Bramó, como si él fuera mundialmente conocido.-¿Evan?

Con su cabeza señaló la dirección que Tyler debía seguir para encontrarse con Evan. Abrió la puerta de un portazo para cabrear al jovén que dentro del baño se encontraba.

-¿Que mierda hacer aquí Tyler?

-Llevas meses preparando el asesinato de aquel cabrón, acábalo ya.

-Aún no está todo preparado.-Dijo justo cuando introducía las balas en la pistola.

-¿Y a que coño esperas Ev?-Pronunció el tatuado dejando ver la frustración que sentía.-Necesito que me ayudes con otro problema.

-Espero a tenerlo todo listo.-Soltó con sarcasmo un segundo antes de mirar a los ojos de su amigo.-¿Que problema?

-Malcom.

-Unos hombres de Malcom me atacaron el otro día mandados por Skylar.

-¿Qué?-Pronunció alucinado Tyler.-Me llamó diciendo que tenías que ir a sus oficinas de su construcción en Nashville.

-Algo traman, intenta mantenerte al margen o irán a por ti.

-Ya lo hago, ¿pero que quiere Malcom y sus esbirros?

-Matarme.-Escupió con rudeza Evan mientras le sacaba brillo a su semiautomática.-Skylar le ha puesto precio a mi cabeza.

Tyler miraba asombrado a Evan quién tenía puesto en marcha los engranajes de su cabeza, planeando cualquier masacre sin importar terceras personas o valores éticos.

Evan alzó la semiautomática de forma que apuntara al pecho de Tyler el cual sonrió enseñando una hermosa dentadura.

-Veo que me has pillado.-Sonrió.

-Demasiado prevesible Tyler, tu mente es un libro abierto para mí.-Respondió con una sonrisa- Sé de sobra que venderías a un amigo por la pasta que da Skylar.

-Exacto.

Tyler dió un golpe en el brazo de Evan de forma que el arma plateada cayó al suelo volviendo a la tierra a Elle que hasta al momento se había mantenido en otro planeta.

El tatuado atacó de nuevo con un puñetazo en la barbilla de Evan el cuál acertó de pleno dándole una patada en el costado. Se lanzó sobre el que había sido su amigo para propinarle un par de puñetazos en la cara y luego un codazo en la madíbula. Su contricante dió un rodillazo que hizo que Evan se encogiera por el dolor.

Elle asomó por la puerta con el arma en su mano, la cual había llegado a la habitación impulsada por el golpe del tatuado. Deslizó la parte superior de la pistola cargandola, para luego disparar a el pecho cubierto de arte de un hombre que no conocía.

La cara de la morena seguía sin mostrar ningún sentimiento ni siquiera ahora que veía como un hombre se ahogaba con su propia sangre.

Miró a Evan para cerciorarse de que se encontraba y se encontró al moreno con el ceño fruncido mientras tocaba con su mano derecha la mandíbula.

Salió de la habitación con paso seguro y se sentó de nuevo en el sillón de piel, agarró con la mano derecha el arma y con la izquierda sacó un cigarrillo que metió en la boca para luego encenderlo.

A Elle ahora parecía importarle todo una mierda, una gran y enorme mierda.