Quizás no estoy muerta.

Sobrevive.

La llamada, no dejo calmar mis sentimientos, no dejo que de mis ojos dejaran de brotar lágrimas, lágrimas las cual sentía que se iban con mi alma.
Me sentía traicionado, dolido, los sentimientos que tenía no me dejaban pensar con claridad, estaba en un pozo sin fondo en el que sabía que no iba a salir nunca, quien me iba a sacar de allí si no era ella.
Quién iba a estar para mí si ella, no estaba, se había ido y esta vez para siempre,sentía necesidad, porque más que amor hacia ella tenía eso, necesidad, anhelo a ella, a su piel, cuerpo y alma ¿que podría hacer ahora? Ella ya no estaba y yo, simplemente estaba aquí muerto en vida.
Debía aceptar que estaba muerta, debía al menos encontrar su cuerpo, saber que no fue tan maltratada, que estaba intacta...

Volví caminando al pueblo quería llegar a mi casa y limpiarme, me sentía sucio, no solo físicamente, si no sentimental e interior.
No tenía ni idea como podía seguir con mi vida de ahora en adelante.
Estaba perplejo, no lo asimilo y no lo haré nunca.

Me quedé dormido, me he levantado llorando e hiperventilando, hace mucho tiempo no había tenido pesadillas y volverlas a tener era indicio que mi problema había vuelto. Alce mi vista y vi el reloj, eran las 3:30pm, había dormido desde las 10:00 de la noche, pero aún así me seguía sintiendo demasiado cansado con un gran peso encima mío.
Debía pararme de allí, bañarme y largarme,tenía un plan en mente y debía de ponerlo en marcha, si ella en verdad estaba muerta debía encontrar su cuerpo y quien la había matado.

Tome el autobús, no quería manejar, no sentía que estuviera en la disposición de hacerlo, al subir estaba totalmente vacío, solo estaba el conductor y yo, bueno, al menos no tendré que cederle mi puesto a una pobre viejecita o algo por el estilo.
Me baje una cuadra antes de mi parada oficial debía comer algo o a alguien, no importa que fuese lo que hiciera primero.

Media hora después ya estaba listo, para llegar al edificio del alguacil y darle mis servicios para ayudar a este pueblo, además de mis propios fines.
Este pueblo es demasiado pequeño, todo se iba a saber y de paso iba a terminar con la vida de unos cuantos para que así su gente sintiera lo mismo que yo siento,esto no era el final de este cuento, solo el comienzo de una gran nube negra sobre el pueblo de Metzi.

Prepárense porque su cazador allí va y está vez no tendrá misericordia de nada, ni de nadie.