The Royal's Cute Little Wife

Capítulo 77: Fuegos artificiales

Pasó tres días en la mansión del duque Dingguo con el pretexto de una lesión en el pie.

Durante los últimos tres días, Yan Yu tampoco se había ido, acurrucada en un cuarto pequeño con ella. A veces salía durante el día y volvía con ella antes de que oscureciera.

Al principio, el duque Dingguo pensó que era debido al conflicto entre los dos, pero cuando vino a visitar, no lo parecía. Yan Yu estaba caminando en el patio con Xie Zhen en su espalda. Una fuerte nevada acababa de caer en la capital, y era lo suficientemente gruesa como para ahogar las plantas de los pies.

Cuando ella dijo que quería ver la nieve, él la llevó a verla.

No importaba cómo lo mirara, ¿no parecía que hubiera una discusión?

El Duque Dingguo originalmente quería subir y hablar con el Sexto Príncipe, pero al ver lo cálidos que estaban los dos, parecía que no había espacio para que él interviniera, por lo que se fue con mucho tacto.

En realidad, estaba demasiado congestionado en la casa, así que ella quiere dar un paseo. Fue un inconveniente para sus piernas y piernas. Quería pedirle a Shuang Yu que empujara una silla, pero no esperaba que Yan Yu tomara la iniciativa para llevarla. Quería llevarla, y por supuesto que ella no se negaría. Ella simplemente se recostaría en su hombro y lo dejaría salir al patio.

En estos días, la mayoría de las cosas que ella sabía eran su espalda.

Él la llevaría a donde fuera que fuera inconveniente. Es por eso que ahora puede envolver sus brazos alrededor de sus hombros de forma bastante natural y dirigirlo hacia la izquierda o hacia la derecha.

Señaló un árbol Yin Xing. "¡Voy a ir allí!"

Sin otra palabra, Yan Yu la llevó bajo el árbol.

Las ramas del árbol habían acumulado una gran cantidad de nieve, unos pocos copos de nieve crujían hacia abajo. Se enderezó el tiempo suficiente para llegar a la rama más baja, por lo que no pudo evitar hacer una mala idea y dejarlo retroceder un poco, luego un poco más.

"¿Qué vas a hacer?", Preguntó Yan Yu.

Ella sonrió astutamente, y cuando él se puso de pie, ella sacudió la rama, haciendo que la nieve se agitara y cayera sobre el cuello de Yan Yu.

Sintió un escalofrío y luego dijo con enojo: "¡Xie Zhen!"

"Te ves tan blanco como las bolas de arroz glutinoso que comí esta mañana".

¿Todavía tenía el descaro de reír?

Yan Yu se dio la vuelta y la miró fijamente, pero la sonrisa en sus ojos de repente le hizo difícil respirar. Frunció sus delgados labios y dio un suave resoplido.

Bueno, lo que ella quiera.

Ella había estado fría con él durante los últimos dos días, y ella no lo dejaría ir sin importar lo que él hiciera. Hoy, finalmente logró sentirse un poco mejor, y una brillante sonrisa apareció en su rostro.

Ella sacudió la nieve de su cuello y continuó envolviendo sus brazos alrededor de su cuello como si nada hubiera pasado.

Yan Yu caminó por el patio y le preguntó: "¿A dónde más quieres ir?"

Ella inclinó su cabeza pensativamente.

Se estaba haciendo tarde, y todos los sirvientes en el Patio de Jade se habían despertado. Cuando pasaban por el corredor, inevitablemente los verían a los dos.

Xie Xun vino a verla, pero ella no la vio en la casa. Salió al patio a buscarla. Justo cuando estaba a punto de atropellarse, Madam Leng la detuvo por detrás. "¿Para qué vas allí?"