— ¡Muy bien! Si sigues así, pronto tu hombro estará mejor —solté con una leve sonrisa— Pero no debes aprovecharte de esto y no le des tanto trabajo a tu cuerpo. Sabes que es una recuperación lenta.
— Lo sé —habló el joven poniendo cara de pocos amigos.
Lo miré fijamente y puse la misma cara que él, hasta que poco a poco su expresión fue cambiando a una sonrisa burlona.
— Debes pensar que te odio ¿verdad? —dije alejándome hasta mi escritorio.
— No es eso. Desde el principio supe que esto sería lento, pero no me gusta esperar demasiado —respondió poniéndose la camiseta.
— Lo siento, si pudiera hacer algo más rápido lo haría.
— No es tu culpa —dijo con un tono de voz un poco dulce —, sé que has hecho todo lo posible para ayudarme.
Sin saber cómo responder, sólo sonreí.
Sousuke era mi paciente, había llegado hace ya casi 1 año, su hombro había sido operado y ahora tenía terapias para recuperar la movilidad completa. Había mejorado bastante todo ese tiempo, pero era un poco testarudo y a veces le daba mucho trabajo a su hombro, cosa que no ayudaba en nada. Solía tener una expresión dura, no hablaba con mucha gente, de hecho me costó mucho poder entablar una conversación fluida con él, pero el tiempo fue dando las situaciones y llegamos a ser amigos. A pesar de todo, Yamazaki era un buen joven.
— Bueno, cambiado de tema — comenzó a hablar el muchacho mientras se acercaba hasta el escritorio —, esta noche será el festival de primavera, ¿irás?
— ¿Eh? Lo había olvidado.
— Eso es por que trabajas mucho —Sousuke se burló de mí.
— ¡No es eso! Sólo que... que... —Busqué algo para defenderme pero me fue imposible. Sousuke sonrió al verme atrapada.
— Bueno, bueno... ¿Quieres ir conmigo? —añadió luego de un par de minutos.
— ¿Los dos? —en cuanto dije aquello mis mejillas se sonrojaron, imaginarme aquella situación... los dos... Hizo que mi corazón latiera con más fuerza.
— No solo los dos, iremos con un grupo de amigos.
— Ya veo... —aquellas ilusiones que tenía, se esfumaron en menos de un segundo—. No lo sé... no sé a la hora que salga del hospital así que no aseguro que pueda ir.
— Está bien... —soltó tomando sus cosas—. Entonces, nos vemos la próxima semana.
— Sí, nos vemos. Diviértete esta noche. —añadí antes de que saliera por completo de la consulta.
Al paso de los días, Sousuke llegó nuevamente al hospital. Pero esta vez, las cosas habían cambiado.
— Buenos días... —dijo Yamazaki al entrar. Su vista pasó de mí hasta Naoko, la nueva terapeuta.
— Sousuke, ella es Naoko y desde hoy estará a cargo de tu recuperación —dije sin parar, sabía que si lo hacía me arrepentiría.
— ¿Qué? Espera... no entiendo. Tú estás a cargo de mi terapia. ¿Qué está pasando?
— Yo ya hice todo lo que estaba en mis manos, Naoko seguirá con tus terapias y te ayudará hasta el final, mi trabajo se terminó. — Miré a Naoko y luego a Sousuke, le sonreí con cariño y tomando mis cosas salí del lugar.
Era mi último día en aquella ciudad, había tomado la decisión de irme y alejarme de Sousuke, sabiendo que aquello era lo mejor para ambos y que en las manos de Naoko estaría mejor.
— ¿Qué estás haciendo? —escuché de pronto la voz del joven, al voltear pude encontrar su rostro enfadado, fijo en mí.
— Lo siento, Sousuke. Me iré a Tokio.
— ¿Por qué? ¿Por qué no me dijiste antes? —protestó.
— No pensé que fuese algo importante, yo sólo soy una doctora más...
— ¡No es así! —gritó de pronto —. ¡No eres una persona común! Confié en ti, me ayudaste en mi recuperación, me has apoyado cuando lo necesité... No eres sólo una doctora... —pude notar la molestia en su voz
— Lo siento. De verdad, lo siento.
— No quiero a otra persona... —siguió protestando.
— ¿Dijiste que volverías a nadar, verdad? Yo ya no puedo ayudarte con eso.
Sousuke me miró enojado, sentí un escalofrió por todo mi cuerpo y sólo pude correr la vista de aquellos ojos.
— Es fácil para ti... dejarlo todo... —dicho esto desapareció tras la consulta, esta vez no volvió a salir.
Sabía que estaba molesto conmigo, que lo defraudé y muchas otras cosas, pero era lo mejor para ambos, ya me había involucrado mucho con él y ahora no podía sacarlo de mi corazón.
Mi maleta estaba pesada, así que la llevé con mucho esfuerzo hasta el aeropuerto. Miré por los grandes ventanales la cuidad que me había acogido todo ese tiempo, y de la cual me despedía en ese entonces. Sentí algunas lágrimas caer por mis mejillas, pero las limpié antes de que alguien pudiese notarlas.
— ¿No te vas a despedir? —aquella voz familiar me dejó sin aliento.
— Sousuke... —solté sin creer que estuviese ahí.
— Volveré a nadar... y cuando ese día llegue, iré a buscarte para que me veas.
— Te estaré esperando... —dije aguantando las lágrimas que querían escapar de mis ojos —Te esperaré, Sousuke.
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Swimming in feelings [Yamazaki Sousuke]
FanficHistoria de Yamazaki Sousuke y tú. Eres la doctora de Sousuke, lo ayudas con sus terapias para que recupere la movilidad completa de su hombro, pero escondes un cariño especial hacia él... algo más que amistad. Aquello te duele y decides alejarte d...