No quiero pero debo lastimarte

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Abrió la ultima puerta de ese largo pasillo topándose con una alcoba amplia elegantemente decorada de distintos tonos azules, una gran cama con sabanas de seda y algodón, una repisa de libros, unos videojuegos y una mesa con leche y cereal para el deleite del mayor. Dio unos pasos dentro del lugar y un fresco aroma a jazmines azoto su feliz olfato.

_Veo que como siempre estas comiendo Grayson_ El ojiazul estaba sentado en la cama esperando a su hermano mientras devoraba su octavo tazón de cereal. _Aun no puedo creer como es que a pesar de que ingieres un montón de libidos innecesarios sigues tan delgado_ El aludido soltó una risita feliz  mostrando sus blancos dientes dejando embobando al menor.

_Es que esta bueno el cereal_ Damian se sentó a su lado, beso su mejilla y con su mano derecha toco la entre pierna del mayor, hace tanto que deseaba tener ese flexible cuerpo debajo todo sudado con esa preciosa boca gimiendo su nombre entre cortado. El ojiazul en cambio se shokeo con aquel sugerente toque, esperaba que eso de "compartir cama" fuera una broma subida del tono.

_Quieres saber que otra cosa esta buena en esta habitación?_ Besaba el cuello con cariño la zona era extremadamente suave y olía tan bien que se moría por marcarla, deseaba marcar aquel glorioso cuerpo como suyo y degollar a todo aquel que se atreviera a ponerle un dedo en sima. Lo sintió temblar como un virgen pero antes de continuar con su tarea sintió la delgada mano de Dick alejarlo.

_No voy a acostarme contigo Damian_ 

Ante las palabras dichas Damian elevo una de sus estilizadas cejas, sin mucho esfuerzo derribo el cuerpo del acróbata y se posiciono arriba con las manos cada una al lado de la cabeza azabache.  _Tenemos un trato_ Sentencio serio, quería coger a Richard y no pensaba doblegarse ante esa mirada azulina de cachorrito que tantas veces lo manipulo en el pasado, No! ahora era un adulto imponente y poderoso, su palabra debía ser respetada por todos incluidos Dick Grayson. _O es que no quieres salvar a TU padre!_ Richard escucho la voz aterciopelada de Damian, notaba el resentimiento que aun le guardaba el mayor a Bruce, por lo que sin pensarlo mucho acaricio su mejilla teniendo como respuesta una sonrisa sincera por parte del menor.

_Pero somos hermanos_ Beso suavemente su mejilla como muchas veces lo hizo en la niñez de Damian, no quería y no debía aceptar los caprichos del ojiverde  porque sabia que la idea original del chico era herir psicológicamente a Bruce el cual ya no gozaba de buena salud para soportar ese tipo de situaciones. _Siempre lo seremos Dami_ 

_No, no lo somos_ Llevo una de sus robustas manos al cinturón de Dick, lo desabrocho pero el mayor detuvo su mano con fuerza, era increíble como a pesar de su edad Dick seguía igual o incluso mas fuerte que antes, con mas agresividad de la necesaria logro voltear a Richard quien ahora estaba boca abajo en el colchón con el arriba de sus caderas.

El ojiazul en seguida sintió los fríos y jugosos labios del árabe sobre su cuello, eran besos sensuales pero con una pizca de cariño, sabia que Damian no lo quería lastimar sino le hubiera clavado una espada cuando se negó al principio. _No quiero hacerlo, que harás violarme?_ Reto basándose y aprovechándose un poco del sentimiento de cariño que Damian le tenia.

La venganza del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora