El chico bajó del árbol y le tendió la mano a Akane. La chica se la tomó, pese a que seguia enfurruñada y desconfiaba un poco.
-Por tus ropas se nota que no eres de por aquí.- Dijo.
Ciertamente, no se parecían en nada. La una con iba vestida con una camiseta corta ajustada, en señando el vientre y con los brazos recubiertos de cota de malla y unos brazaletes de tela que iban desde el codo hasta la muñeca, cubriendo parte de la mano. Llevaba unos pantalones, tambien de cota de malla, ajustados a la cadera con un cinturón y unas botas de cuero que le llegaban a las rodillas. Por su parte, el chico vestía con una camiseta sin mangas, bastante pegada que hacia las veces de armadura debido a que estaba hecha con materiales especiales orientados a la resistencia. Los pantalones, hechos de una tela estándar, eran de un color verde oscuro y estaban sujetos a la cadera con un cinturon que tenia sujeto a el dagas y pequeños botecitos metálicos. Tenia la cara cubierta con una capucha y un trozo de tela le tapaba la boca, de modo que solo se le veían los ojos.
El chico la miró y se quitó la capucha asi como el pañuelo que cubria parte de su rostro. Akane le miró, un tanto impresionada, pues el chico era bastante atractivo. Lo que más llamó la atención de la chica fueron sus ojos, color ambar intenso,su pelo totalmente blanco que le caía por la frente y unas extrañas orejas acabadas en punta. Aiden le sonrió y dijo.
-Estas perdida ¿Verdad? Este bosque es una trampa mortal para aquellos que no saben moverse por él. Puedo guiarte, si quieres.- Akane asintió con decisión y dijo. -Soy de Neath. Como bien has dicho, no soy de por aquí... Es más, es la primera vez que veo cosas como estas.- El chico la miró un poco sorprendido.
-¿Qué cosas?-
-Pues esas cosas- Dijo señalando los árboles.
Aiden la miró, como si no se creyese mucho lo que le decía. -Son... árboles.-
-¿Arqué?-
-Árboles. Ár-bo-les. Ya sabes, plantas y esas cosas.- Dijo, aun sin creerselo.
-Bueno, vale, lo que tu digas. ¿Me llevas a Neath o qué?- Dijo un poco enfurruñada.
-No tengo ni idea de dónde está eso.- Le contestó rascándose la nuca.
-¡¿Cómo que no?! Pe-pero joder, me has dicho que me guiarías, ¿y ahora me dices que no tienes ni idea?- Respondió alterada. Aiden la miró, un poco serio, y le dijo.-Mira, Neath o lo que sea, no esta aquí.-
-¿Cómo que no está?- Dijo sorprendida.
-Pues eso, que no está. En este mundo digo. Ya suponía que eras una Mence...-
-¿Eh? ¿Mence? Tio me estás liando. Seguro que el ramazo de ha afectado o algo...-
-¡Que no, mujer! No estoy loco. Mira, te llevo al pueblo y allí te explico todo, ¿vale?-
Akane se dió por vencida y suspiró. No entendía mucho de lo que estaba sucediendo. No tenía tiempo que perder en tonterias, estaban en guerra. Estos pensamientos estuvieron atormentandola durante todo el camino. Al parecer, el pueblo se encontraba a unos 10 kilómetros del lugar que se encontraban. Akane, pretendiendo olvidar sus preocupaciones momentáneamente, intentó hablar un poco con Aiden.
-Bueno y... ¿Qué hacías tan lejos del pueblo?-
-Cazar, yo soy el que se encarga de llevar la comida a casa-
-Pero, ¿por qué tan lejos?-
-Es mejor cazar estando alejados de otros. Se está más traquilo-
-Ya... entiendo.-
Hubo un silencio incómodo entre los dos. Al rato, Aiden dijo.
-¿Y que hay de tí? Hablame de tu mundo.- Akane no entendía muy bien lo que pasaba y oir esas palabras se le hacía sumamente extraño. Finalmente, le contestó -En mi... mundo, no hay este tipo de cosas. Ya sabes, esos "árboles", allí hay unas plantas, que creía grandes, de las que sacamos agua. Los animales tambien son distintos. Por ejemplo, antes me crucé con una pequeña bolita de pelos. Jamás había visto algo parecido. En mi tierra todo es más... amenazante.- El chico se quedó pensando un segundo.-No soy capaz de imaginarmelo. Aun que, dejame decirte, que aun que el bosque no sea tan "amenazante" como tu hogar, también esconde muchos peligros.- Akane asintió.-Lo tendré en cuenta- Dijo, decidida.
Pasaron varias horas hablando de cómo eran las tierras del otro hasta que, por fin, Aiden se paró frente a un gigantesco árbol. Akane miró al chico y preguntó -¿Qué pasa?- Aiden se giró y le dirigió una cálida sonrisa. -Ya hemos llegado. ¡Bienvenida a pueblo Kan!-
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Ar Lasye.
FantasiaEn esta novela, mi primera novela "oficial", decidí jugar con las dimensiones. Para aclarar dudas, explicare los conceptos básicos de la lógica que seguí al escribirla. Todo mundo tiene infinitas copias de si mismo, pero en diferentes planos o dimen...