Me duele el pecho
de saber que nos desencontramos,
de que nos separamos,
sin hablar, sin discutir,
sin reír por última vez.Me duele el pecho
de saber que son
un recuerdo.Ya casi no me acuerdo
de sus rostros,
pero, de vez en cuando,
vienen a mi mente
y lo mueven todo,
como un terremoto.