Hubiéramos tenido todo,
hubiéramos conocido a los dioses y las estrellas,
hubiéramos cruzado mares sin movernos de la cama,
hubiéramos sentido la violencia debajo de las sábanas.
Pero ahora estoy acá,
escribiendo y tratando de no llorar
sobre las hojas esparcidas,
pensando en alguna oportunidad futura
donde nos encontremos
y seamos lo que no pudimos ser.