Capítulo 4: "El día libre de Blair"

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-Que les vaya bien en la escuela- dijo Blair sonriendo.

-¿Segura que no quieres que te acompañemos en tu día libre, mamá?- preguntó Fon inseguro de tomar su mochila o no.

Cuando su mamá tenía un día libre siempre lo pasaba con su padre, y desde el día que se habían separado no se había tomado ninguno. Le preocupaba que se sintiese sola.

-Deja a mamá descansar- dijo Kyoya tomando a Fon del hombro y arrastrándolo a la puerta-Nos vamos, mamá.

-Estaré bien, Fon- dijo la castaña con una sonrisa, el mayor suspiró ligeramente y se relajó ante la sonrisa de su madre, ella estaría bien.

-Está bien, nos vamos- dijo saliendo de la casa junto a Kyoya.

-Que les vaya bien- dijo Blair antes que salieran.

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-¿Le preguntaste a tu mamá sobre mi papá?- preguntó Tsuna a Fon cuando llegó a la escuela, lo bueno es que Kyoya siempre se iba a dar vueltas por la escuela antes de entrar al salón, así que no les escucharían.

-Me pareció precipitado preguntar de inmediato- dijo Fon.

-Sí, a mi también- dijo Tsuna con un suspiro-Quizá debamos planear algo más para que se encuentren más seguido.

-Pero de a poco- reflexionó Fon- Sino será muy obvio.

-Tienes razón- dijo Tsuna quedando pensativo-¿Quedamos en mi casa?

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-Bien, que sea breve- dijo la castaña entrando a la cafetería.

-Creí que era tu día libre.

-Créeme que no quiero pasar todo mi día libre contigo- dijo ella con una sonrisa, provocando una ligera risa en el rubio.

-Nos reunimos después de años y me recibes así- dijo Giotto sentándose.

-¿Puedo tomar su orden?- preguntó un mesero que se acercó a los adultos rápidamente.

-Un americano y un ¿doble caramel macchiato?- preguntó mirando a la castaña, ella le sonrió de vuelta ligeramente sonrojada, aun lo recordaba.

-De inmediato- dijo el mesero y se alejó.

-Bueno- dijo ella retomando su tranquilidad-¿Por qué me citaste aquí?

-Quería saber como has estado- ante las palabras del rubio ella entrecerró los ojos.

-Que nuestros hijos sean amigos no quiere decir que nosotros también.

-No tienes porqué ser tan simpática- dijo el rubio con una sonrisa tranquila.

-Y tú no tienes porqué buscar pretextos para preguntarme algo- dijo ella sonriendo de vuelta-¿de qué se trata?- mientras ellos charlaban los cafés llegaron y comenzaron a beber.

-Fon mencionó que llegó a la ciudad con su hermano y su madre.

-¿Y?- preguntó ella desviando la mirada.

-¿Qué pasó, Blair?- ella suspiró después de la pregunta.

-Se fue... o más bien... yo me fui- dijo aun sin mirar al rubio-Quería estar solo... él...

-¿Él que?

-Quería encontrarse a sí mismo.

-¿"Encontrarse a sí mismo"?- preguntó el rubio sin creerlo.

-No quiero tus comentarios, Giotto- dijo ella volviendo a mirarlo, tomó su bolso y sacó su billetera para pagar.

-Deja, yo invito- Blair miró a Giotto un segundo para proceder a guardar su billetera nuevamente-¿Estás bien?

-Volverá- dijo ella mirando hacia la ventana, Giotto pudo percibir como ella movía su pierna con impaciencia, con ello sonrió, seguía teniendo las mismas manías.

-¿Cómo estás tan segura?

-Es todo lo que tengo- respondió con un suspiro.

-¿Has pensado que sería de no ser así?

-¿Exactamente qué estás preguntándome?- preguntó ella volteando a verlo, su boca se abrió ligeramente cuando Giotto tomó su mano por encima de la mesa.

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-¡Tsuna!- exclamó Fon mientras iban caminado por el pasillo de la escuela, el castaño volteo a ver en la dirección que estaba mirando su amigo y entendió de inmediato su idea.

-¡Que gran idea, Fon!

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-¡Olvídalo!- exclamó la castaña dirigiéndose a la puerta.

-Blair- la llamó Giotto corriendo tras ella-Oye.

-No- dijo ella poniéndose sus lentes de sol y acercándose a su auto.

-Solo quiero decirte algo- dijo el rubio haciendo que ella se volteara a escucharlo por última vez.

-¿Qué?

-Solo... él es muy afortunado- dijo el rubio desviando la mirada-Pero también es un idiota... solo... espero que no sea tan idiota como yo- dijo volviendo a mirar a la castaña.

-Gracias...- dijo ella antes de subirse a su auto y partir.


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