Echo Again

Capítulo 6: "Consiguiendo Parejas"

-Pero, Tsuna, creí que te gustaba Kyoko- dijo Fon mientras iban caminando por el pasillo hacia clases.

-Bueno... creo que simplemente creí que debía gustarme como a todos los demás- admitió Tsuna rascándose la nuca-Pero no lo sé, siempre he sido amigo de Uni y...

-Vale, creo que lo entiendo- dijo Fon con una sonrisa-Solo te queda preguntarle.

-¿Eh? No, imposible- dijo Tsuna volviendo a sus apuntes ligeramente sonrojado.

-¿Por qué? No la conozco mucho, pero es muy amable.

-No lo sé- admitió Tsuna-Supongo que nunca aceptaría salir conmigo.

-Pero Tsuna, debes intentarlo al menos.

-¿No quedaré en ridículo por intentarlo?

-¿En ridículo por invitar a salir a alguien?- preguntó Fon sin creerlo, ¿por qué alguien se debería burlar de eso-No lo creo, cualquier cosa, yo estaré contigo.

-¿Lo prometes?

-Claro- dijo Fon con una sonrisa.

-Sawada, Hibari, si ya terminaron, estamos intentando aprender matemáticas, ¿están con nosotros?- dijo el maestro que se había acercado a ambos al percatarse que estaban conversando.

-Lo siento, señor- dijo Fon retomando sus apuntes.

-Lo siento- dijo también Tsuna, el profesor satisfecho ante sus disculpas continuó con la clase.

-------------------------------------------------------

-Oye, Uni- llamó Tsuna a su compañera en el medio del receso-Yo... yo quería... yo quería saber- y armándose de valor solamente lo dijo- si irías conmigo al baile.

-¿Mmm? Claro, Tsuna- dijo la pelinegra con una sonrisa.

-¿En... en serio?- preguntó Tsuna sin creerlo.

-Sí- dijo ella sonriendole de vuelta.

-Eh, bien- dijo Tsuna tratando de recuperarse de los fuertes latidos de su corazón-Paso por ti a las 8.

-Ok- dijo ella para retirarse junto a sus amigas. Cuando ella se fue Fon se acercó a abrazar a Tsuna por el hombro.

-Bien hecho amigo- dijo el pelinegro con una sonrisa, Tsuna avergonzado le sonrió de vuelta.

------------------------------------------------

-Bien, llegó el momento- se dijo a si mismo Fon cuando vio al grupo de amigas reunidas, era momento de acercarsele a Hana Kurokawa para que aceptara salir con Kyoya. Iba caminando cuando comenzó a escuchar la conversación de las chicas.

-¿Y? ¿Ya tienen pareja para el baile?- preguntó Hana con cara pícara.

-¡Hana! Deja de presumir- dijo Haru cruzándose de brazos-Todo porque tu vas con el hermano de Kyoko- "Oh, oh, un problema más", la única opción que le quedaba era...

-Hola, chicas- dijo Fon llegando al lugar, todas las chicas voltearon a verlo- Ehm, Chrome, ¿puedo hablar contigo?- todas voltearon su mirada hacia Chrome, esperando su reacción, la chica se sonrojó ligeramente, asintió y se puso de pie. 

Fon caminó alejándose un poco del grupo bajo la mirada atenta de cada una de las chicas. Chrome parecía no querer decir nada, así que le tocaría a él decir todo.

-Bueno, Chrome, yo...- suspiró para calmarse, no podía ser tan difícil-Yo quería hablarte del baile del viernes- la chica se sonrojó aun más al escuchar a Fon-Lo que sucede es que...

-Yo...- Chrome lo interrumpió-Acepto ir contigo.

-¡¿Eh?!- exclamó Fon ante las palabras de Chrome, la chica se sonrojó más y salió corriendo hacia sus amigas-¡Espera! ¡Chrome!- pero la chica ya había desaparecido junto a sus amigas. "De verdad, ¿en qué lío me metí?".

-------------------------------------------------------

Fon caminaba solo por el pasillo de la escuela de camino a su casillero para dejar unos libros, sin dejar de pensar en la situación que se le había presentado, ninguna de las chicas que calzaba para salir con su hermano estaba disponible, y uno era su culpa. Se abofeteó mentalmente por ello.

Cuando llegó a su casillero se encontró con que una chica estaba apoyada sobre él. Al verlo la chica se puso ligeramente nerviosa y sonrojada.

-Hola- saludó Fon al llegar-Disculpa, pero bloqueas mi casillero.

-Ah sí- dijo la chica quitándose de ahí-Ehm, Fon- lo llamó, el chico abrió el casillero mirando a la chica.

-¿Te conozco?

-Ehm... soy un grado menor- dijo la chica desviando la mirada-Me llamo Meiko.

-Bien, ¿en que te puedo ayudar, Meiko?- preguntó el pelinegro cuando ya hubo guardado sus libros.

-Yo... quería invitarte al baile- dijo la chica más sonrojada aun. Fon se sorprendió ante la confesión de la chica.

-Lo... lo lamento, ya tengo una cita- admitió.

-Pe... pero- empezó a decir la chica, pero Fon la interrumpió, tenía una idea.

-Disculpa, ¿no te gustaría ir con mi hermano?- la chica se veía tímida, seguramente no lo irritaría.

-¿Eh?- la chica se sorprendió enormemente y se sonrojó aun más-Si acepto, ¿saldrás conmigo otro día?- preguntó la chica sin mirarlo.

-Hum, claro- dijo Fon con tranquilidad.

-Bien- dijo la chica-Hasta entonces, Fon- y dicho esto se retiró. El pelinegro suspiró, al fin había resuelto su mayor problema, solo esperaba que valiese la pena.

-----------------------------------------------

Viernes por la tarde, todos estaban preparándose para el baile.

Residencia Sawada:

-Mira lo que compré, Tsu- dijo Giotto llegando con dos bolsas de una tienda costosa.

-¡Papá!- exclamó Tsuna viendo las bolsas-No era necesario.

-Ni lo digas- dijo Giotto revolviendole el cabello-Quiero que tu primera cita sea perfecta- el castaño se sonrojó ligeramente.

-Gracias, papá- dijo abrazando al mayor.

-Ya vístete, que tenemos que ir por tu novia también- dijo el mayor tomando su traje.

-¡Que no es mi novia, papá!

Residencia Hibari:

-Kyoya, ponte corbata, por favor- dijo Blair al ver a Kyoya a medio arreglar.

-Hmn- dijo simplemente el pelinegro para tomar la corbata y retirarse, Blair puso los ojos en blanco, su hijo siempre era igual incluso ahora que saldría con una chica.

-Mamá- llamó Fon a la castaña-¿Me veo bien?

-Ah, Fon- dijo ella acercándose a él, estaba sumamente orgullosa, su hijo se veía muy bien con su traje negro y su corbata roja- Solo dame un segundo- dijo y fue por una bolsa donde tenía un pequeño regalo guardado.

-¿Qué es eso, mamá?

-Es un pañuelo de tu abuelo- dijo poniendo el pañuelo en el bolsillo de la chaqueta del adolescente-Te ves tan parecido a él- dijo sonriendo.

-¿Lo extrañas mucho?- preguntó Fon mirando lo nostálgica que estaba su madre.

-Mucho- dijo ella-Pero no es día para hablar de eso- y dicho esto le sonrió-Bien, ¡Kyoya!- se acercó a la escalera para llamar al menor-¡Ya nos tenemos que ir!