Capítulo 2

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*Fiesta*

Nada más que Zac desapareció de mi vista llamé a Marie con desesperación, contándole cada pequeño detalle y la misma duda rondó en ambas... ¿cómo rayos me había visto él la ropa interior? A los segundos mi mejor amiga estaba en la puerta con una sofisticada carta entre sus delicadas manos, desde mi posición podía apreciar un llamativo apellido en delineada letra cursiva... "Smith" rezaba en el dorso del sobre y en una letra de menor tamaño aparecía mi nombre en la esquina inferior izquierda del blanquecino resguardo.

Tomé con delicadeza la carta de entre las pequeñas manos de mi mejor amiga, con la mirada temerosa la abrí una vez dentro de mi hogar y leí detenidamente el contenido de la breve pero intensa carta que descubrí que consistía en una invitación de perfecta letra cursiva.

"Se le invita ha una fiesta de bienvenida con temática ibicenca, debe venir de blanco, comod@ y elegante.

La fiesta comenzará a las 20:30, se ruega ser puntual al igual que su asistencia

Att: Soraya Smith"

Subí las escaleras emprendiendo mi camino hacia mi habitación seguida de cerca por mi mejor amiga que lanzaba preguntas que no recibían respuesta, estaba sumergida en mis pensamientos llegando a una decisión finalmente, iría a esa disocha fiesta.

-Alessa Wents, échame cuenta niña-mi amiga se cruzó de brazos frente a mí antes de que pudiera entrar en mi habitación y haciéndome salir de mi pequeño mundo.

Parpadee confusa, al salir de mi estado de confusión sacudí la cabeza y hablé después de minutos de desesperante silencio.

-Voy a ir Marie-solté sin más.

Mi amiga sonrió siniestramente y comenzó a prácticamente vaciar mi vestidor sobre la cama en busca de algo que fuera de su agrado y que entrara en las características de la fiesta. Al rato mi amiga se quedó mirando el desastre que ahora era mi cama con una mirada pensativa, después me miró y salió de mi habitación desapareciendo por el pasillo.

Comencé a recoger la ropa y ha colocarla con cuidado en su sitio cada prenda, derrotada y planteándome no ir a la fiesta me apollé en la pared para dejarme caer hasta el suelo y cubriendo mi rostro con mis pequeñas manos, en ese momento mi amiga invadió mi habitación escandalosamente.

-Este es prefecto-su voz invadió mis oídos haciéndome elevar mi rostro de mi improvisado escondite.

Ahí ante mí encontré a mí hermana de otra madre con un precioso vestido blanco largo hasta las plantas de los pies sencillos adornos en dorado decoraban la cintura de la prenda, un pronunciado escote y una abertura en la pierna eran las principales vistas de piel aparte de los brazos y hombros pues las tirantas eran unas finas tiras doradas cruzadas en el pecho. Reconocía el vestido, era de mí madre pero ya no se lo ponía.

Miré la hora, las 19:30, me duché con la dulce voz de mí amiga metiéndome presión, en mí vida me he arreglado tan rápido.

Comencé ha colocarme el vestido con cuidado mientras que mí querida amiga preparaba las cosas para maquillarme con algo sencillo pero elegante. Me coloqué los tacones con torpeza, los cuales eran de un color dorado precioso. Finalmente me peinó con un sencillo moño bajo, formado de trenzas dejando algunos mechones ondulados a los costados de mí fino rostro.

Una vez ya lista me miré en el espejo, vaya, no podía ni reconocerme, no suelo arreglarme pero debo admitir que las pocas veces que me arreglaba quedaba bastante mona.

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⏰ Última actualización: Jan 31 ⏰

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