Capítulo 1

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Escuchar una o un par de veces una misma canción durante un día es normal, lo que no es normal es escuchar una misma canción por lo menos treinta veces en una sola mañana; pues eso es lo que me pasa con mi hermana Daisy y su cantante favorito/crush, Aaron Parker. Desde que escuchó por primera vez, hace un año y medio, un tema suyo, nos ha tenido, día y noche, con sus canciones a todo volumen, y claro, yo mentiría si dijese que no me las sé, y es que después de todo ese tiempo, es inevitable no saberse las letras. En verdad, a mi no me molestaria si escuchase todo el día canciones de Green Day, Avril Lavinge..., pero tuvo que descubrir a ese horrible cantante (si es que se lo considera como tal).

Alguien llama a la puerta de mi habitación.

— ¡Cariño, te tienes que ir dentro de veinte minutos! — Grita mi madre desde el otro lado de la puerta.

—¡Lo sé! ¡Me estoy cambiando!

Hoy es el primer día de instituto después de las vacaciones de verano; este año es el último año antes de la universidad, y por eso me encargaré que sea un año para recordar. Me pongo una camiseta de manga corta blanca, unos shorts tejanos claros y mis preciadas converse blancas; me cepillo mi pelo naranja corto; y me hecho un último vistazo en el espejo. No me pongo ni una gota de maquillaje, sinceramente me importa un pepino si no uso, y cuando no uso maquillaje la gente piensa que tengo catorce años porque tengo la nariz y la parte de arriba de mis mejillas llenas de pecas, dicen que eso es infantil, a mi me da igual.

Cuando bajo a desayunar, me encuentro a mis padres y a mi hermana desayunando en el comedor.

—¿Esos son mis cereales? — Le saco de delante a Daisy el bol que estaba comiendo.

—¡Mamá, Brooke no me deja desayunar!

—Pero por favor, que tienes, cinco años. — Digo con sarcasmo.

—¡Mamá!

—Ya está bien Brooke. — Me regaña mi madre. — Devuélve los cereales a tu hermana, ya te compraré otros.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—¿Sabes qué? — Me pregunta mi hermana.

—No.

—Bueno, que borde... — Pongo los ojos en blanco. — ¡Aaron Parker hoy hará un concierto en la ciudad! — Chilla.

—Vaya... ¿Enserio?

Asiente.

—Que pena que no puedas ir...

—¡Brooke! — Me vuelve a regañar mi madre.

—Pero si tengo razón... No quedaban entradas cuando Daisy se enteró que Aaron Parker haría un concierto en Minnesota... — Le saco la lengua a mi hermana. — Bueno, me voy que se me hace tarde.

—Pero si no has desayunado nada. — Me dice mi padre.

—Ya comeré algo en la cafetería.

Me despido de mis padres y me voy hacia el instituto.

(...)

—¡Brooke! — Me grita mi mejor amiga Sophia cuando bajo de mi coche.

Me acerco a ella, que está con Lara, mis otra mejor amiga.

—¡Cuanto tiempo! — Dice Sophia mientras me abraza.

—Pero si nos vimos ayer. — Me río.

—Hoy es el gran día... — Suspira Lara con una sonrisa.

—¿Vosotras también? — Ahora la que suspira soy yo. — Mi hermana está muy pesada con ese estúpido concierto, que por cierto, no va a ir.

—No es un estúpido concierto. — Me riñe Sophia. — Es el concierto, y nosotras iremos.

—Enserio, no sé cómo os aguanto. — Me río.

—Nos amas. — Dice Lara.

—Es verdad.

Nos reímos y entramos al instituto las tres cogidas del brazo haciendo nuestra entrada triunfal.

(...)

El primer día de clases pasó bastante deprisa, y es que como era el primer día, casi no hicimos nada.

—¿Qué tal te ha ido, Brooke? — Me pregunta mi madre cuando cierro la puerta de la entrada de mi casa.

—Bien.

Me acerco a darle un beso a la mejilla.

—Tu padre ha ido a buscar a Daisy al colegio.

—Está bien, iré a mi habitación.

Asiente.

Como hoy no hemos hecho casi nada en clase, no tengo deberes, así que puedo aprovechar el resto de la tarde para ver The Vampire Diaries, mi serie favorita.

No sé cuántas horas pasaron desde que empecé a ver la serie, supongo que bastantes ya que mi madre subió a traerme un poco de cena, y me dijo que no me quedase hasta muy tarde ya que mañana aún era martes. Me fijé en la hora y eran las doce de la noche... Mierda, mañana no habrá quien me despierte; así que rápidamente me pongo el pijama y me acuesto en la cama. Pasó más o menos media hora cuando me despertó el sonido de mi móvil.

—¿Quién mierda me llama a estas horas? — Pregunto al número desconocido.

—¿Eres Brooke Morgan? — Pregunta una voz masculina.

—Sí. ¿Quién pregunta?

—Me llamo Austin Lane, soy en manager de Aaron Parker, la llamo porque su hermana pequeña se ha colado en el backstage del concierto que Aaron ha dado hoy.

—Creo que ha habido un error. — Digo con voz ronca. — Mi hermana pequeña está en su habitación durmiendo, lo mismo que yo estaba haciendo antes de que me llamaras y de que me molestaras.

—Tu hermana me ha dicho que te diga que si la vienes a buscar no te robará nunca más tus cereales favoritos.

Mierda.

—Ahora mismo voy.

La CanciónWhere stories live. Discover now