Orphic | ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ +18 EDITANDO

𝕺𝖗𝖕𝖍𝖎𝖈 | 1

𝕰l sonido molesto de una llamada entrante fue el causante de que quitara mis ojos de la pantalla de mi ordenador, un jueves por la noche, cuando me encontraba haciendo tarea de matemáticas. Todos podrían decir que las matemáticas son la peor materia que podrían dar en la escuela, que nunca usaríamos una ecuación diferencial para poder comprar un kilogramo de carne, pero a mí me gustaban. Aún cuando existían algunos temas con los cuales tenía muchos problemas.

―¿Qué ocurre, TaeTae? ―respondí tras haber visto de quién se trataba.

―¡Jiminie, tienes diez minutos para estar listo! ―exclamó con su típica voz mezclada entre un chillido y su ronca voz, ¿cómo lograba hacer esa mezcla? Nunca lo sabré. Fruncí el ceño al darme cuenta que se escuchaban voces de otras personas también, supuse entonces que se encontraba saliendo de sus clases de danza.

―¿Qué ocurre? ¿Para qué demonios me arreglaría un jueves en la noche?

Dejé mi lapicero sobre el cuaderno mientras me recargaba de lleno en la silla reclinable, tallé mis ojos. Olía a que Tae tenía algo entre manos y que no podría zafarme de esto tan fácilmente.

―Llegaré a tu casa con Jungkookie en menos de lo que canta un gallo, sino estás listo fuera de esa pijama horrorosa. Que por cierto, recuérdamente, porqué te la regalé. No nos costará sacarte con esa atrocidad puesta y algo me dice que eso no te conseguirá chicas.

Viré los ojos, mi pijama de patitos no estaba tan fea ―. ¿En cuánto tiempo llegan?

―¡Cinco minutos! ―y dicho eso, colgó la llamada.

Miré por unos segundos la pantalla de mi móvil que se había colocado en su inicio. Suspiré pesadamente y decidí que sería mejor levantar mi trasero de esta silla, quitándome por fin la pijama "horrorosa" que Taehyung me había regalado por navidad dos años atrás. Ya que el clima era cálido, preferí ponerme algunas prendas frescas. Si quiera tuve tiempo de verme en el espejo, porque pronto escuché más voces ―sin mencionar el escándalo― desde el otro lado del pasillo. Mis amigos idiotas habían llegado y se encontraban hablando con nooná.

―¡Jimin-ah! ―el grito de mi mejor amigo y alma gemela, hizo eco mientras caminaba por el pasillo hasta llegar a mi habitación ―. Ah, qué bien que ya estés listo, vámonos, que se hace tarde, tío.

Las palabras de Tae salieron de su boca más rápido de lo que mi pobre cerebro podría entender lo que estaba diciendo. Sin embargo, sí pude procesar que Jungkook se acercaba hacia donde me encontraba para colgarse de mi cuello, completamente emocionado, como resultado, llevó su mano hacia mi cabeza y comenzó a despeinar mi cabello recientemente pintado de un color rosa claro. Gruñí frustrado, odiaba que hiciera eso, me tomaba mucho tiempo poder peinarlo como para que hiciera eso.

―Le he dicho a nooná que iríamos a estudiar ―Jungkookie sonrió como un niño pequeño. Negué con la cabeza, contagiado por su mueca.

―Jungkook, no me jodas. ¿Crees que Soomin nooná no le puso la misma excusa a nuestros padres cuando tenía nuestra edad? ―pregunté con sarcasmo mientras intentaba peinarme lo que él había arruinado.

Tras aquello, los tres salimos de mi habitación hacia la entrada principal en donde se encontraban mis zapatos. Soomin nooná y su novio, Kim Seokjin, se encontraban recostados en el sofá de la sala mirando una película. Noona simplemente alzó la vista y nos sonrió.

―Por favor, usad condón, Chim, soy demasiado joven para ser tía ―Soomin dijo aquellas palabras con seriedad, sin embargo, podías escuchar la broma como trasfondo.

Taehyung y Jungkook gritaron como niños pequeños ante eso, emocionados tras haber obtenido el permiso de mi nooná para poder salir. Eso me parecía gracioso, porque igualmente íbamos a salir, con o sin permiso de Soomin nooná. No es como si ella fuera tan autoritaria.