𝕺𝖗𝖕𝖍𝖎𝖈 | 4

284 24 13
                                    


Cuando mi turno terminó, un chico, un poco más alto que yo entró a la cafetería. Tenía una sonrisa resplandeciente plasmada en su alargada cara, me saludó con euforia cuando yo estaba tomando mis cosas para irme.

―Park Ji Min ―me presenté sin timidez luego que él se presentara como Jung Ho Seok. Así eran mis emociones casi todo el tiempo, me desenvolvía dependiendo de la primera impresión que me daban las personas.

Caminé en dirección a la casa de Jungkook, la cual era la más próxima, con un café frío y unas galletitas que preparó Yoongi anteriormente. El sábado se había vuelto más caliente, lo que me hizo arrepentirme por no haber tomado el coche de mi hermana con aire acondicionado.

―¡Jimin! ―me sonrió el menor cuando entré a su departamento el cual compartía con sus padres, le regresé la mueca, pero más por sentir la frescura del interior ―. ¿Cómo estuvo tu día? Le he enviado un mensaje a Tae para que venga, traerá comida.

La mueca en mis labios se hizo más grande a tal grado que mis ojos se cerraron por completo, en el momento que mi espalda sintió lo blando de la cama de Jungkook. No me había dado cuenta que de verdad estaba cansado. Abrí un ojo para mirar que mi amigo de infancia se sentaba frente a su televisión, en donde la partida de Overwatch estaba pausada.

―Me fue bastante bien, ya veo porqué Hara le gusta o porqué la señora Min nos lo recomendaba con tanto entusiasmo. Les gustará.

Jungkook rió levemente ―. Es la mamá del dueño, Jimin, claro que lo dirá de esa manera. ¿Conociste a su hijo? ¿Cómo es?

Su última pregunta me hizo pensar de más. Quiero decir, jamás en mi vida había dicho que un chico fuera hermoso. Sí, claro, Taehyung y Jungkook eran atractivos, no tenías que ser un genio para saberlo; Yoongi ssi por otra parte era diferente.

Durante todo el turno, me atreví a mirarlo a hurtadillas. Tenía el cabello tan degradado hasta llegar al color blanco, con las raíces ligeramente más oscuras. Su piel era tan pálida que parecía de porcelana o azúcar. Creo que si tuviera que escoger mi atributo favorito, sería su mentón. Describir la forma de su cara me era complicado, sin embargo, su marcado mentón visto desde perfil me dejaba sin aliento. ¿Pero qué cojones?

―Es agradable, un poco serio, pero agradable ―terminé por decir, agradeciendo internamente el no haber dicho todo lo anterior pensado en voz alta, como en ocasiones me ocurría.

Al poco rato llegó Taehyung, con la respiración entre cortada, eso llamó nuestra atención.

―¿No han visto Twitter? ―egamos con la cabeza. Con el turno que cubrí, me fue imposible tener un momento para mirar mi móvil, no lo hice hasta una cuadra antes de llegar a la casa de Jungkook para decirle que más le vale estar ahí ―. ¿Qué carajos? ¡Debieron hacerlo! ¡Qué esperáis! ¡Id al perfil de Agust!

Saqué mi móvil de mi bolsillo delatero, mi pulso temblaba ligeramente pues no había querido saber nada del tema por mi propia paz mental. Al hacerlo, me encontré con dos nuevos tweets, uno en donde mostraba un sótano abandonado, su típico "prepárense, capullos" estaba en la cabeza de la foto. Ese había sido subido hoy por la madrugada.

En el nuevo, el cual fue actualizado hace dos minutos, mostraba otra foto, otra casa y otro encabezado. "Error, la mierda se hará aquí" seguido de una hora y fecha.

―Yo conozco esa casa ―murmuré por lo bajo.

―¡Es la casa de Jisook! ―exclamó Taehyung casi al borde la locura ―. ¿No es raro? Agust jamás cambia el lugar de encuentro, todos sabemos qué pasó la última vez que lo hizo. ¿Será porque quiere arruinar una casa de nuevo?

Orphic | ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ +18 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora