cap 13: Kisses

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TN POV
Me rompía el corazón no poder salir decentemente con Aidan a donde sea que tuviéramos la gana. Me jodía y me mataba por dentro, por lo tanto dejé mi cabeza pegada en contra de la ventana del carro, hasta que llegamos al único lugar que me sentía segura, por el momento.

Apenas el carro se estacionó, bajé lo más rápido posible que pudiera del carro y subí las escaleras casi de dos en dos, pues tenía el impulso de hundirme entre las suaves sábanas blancas de la cama del hotel que me salvarían de todo peligro temporalmente.

Y eso hice. Dejé mis cosas arrumbadas no sé dónde, me puse mi pijama y me dejé llevar por el cansancio que había acumulado durante el día, solamente que está noche no podía. Pensamientos negativos que se agalopaban con mis emociones deprimentes me dejaron triste en el lugar que me solía sentir feliz.

Los sollozos llenaron la habitación y podía jurar que en esos momentos no existía nadie más que las sábanas blancas y yo.

Aidan POV
Seguí su paso lo mejor que pude, pero la perdí de vista en un pequeño tumulto de gente que caminaba tranquilamente por el lobby y seguían sus pasos por las escaleras. En las escaleras en que había perdido la melena castaña de ______ de vista.

Naturalmente, corrí a su cuarto empujando gente que se me atravesaba y entré sin avisar, de un portazo. Y ahí me encontré la mirada café de _______, perdida entre las sábanas, con los ojos rojos y escena a medio llorar.

—Princesa...— dije con tristeza. Me senté al lado de ella, revolcada en la cama y con las cobijas tapándole todo su precioso cuerpo. Comencé a limpiar cada lágrima que había salido de su rostro y se había quedado estancada en el proceso de caer a las almohadas de su cama.

Volví a juntar su mirada con la mía, pero las palabras no salían de mi garganta. No querían. Y no sabía que hacer, por lo que me quedé callado un momento, meditando que iba a hacer con el  desastre emocional que había tomado la mente de mi pequeña _______.

Pero no me tardé en descifrar que hacer al respecto. Acerqué mi rostro lentamente al suyo, nuestros alientos se combinaban en un solo suspiro y me quedé observando embobado sus delicadas fracciones que ahora estaban rojas e hinchadas por el drama en el restaurante.

Y la besé como la primera vez. Puse mi mano en su mejilla y la acariciaba cada cierto tiempo, pero mis manos comenzaron a bajar por si solas hacia su cintura. Y ella terminó encima mío, besándome con más pasión que antes.

Me encanta sentir sus labios. Son como mi perdición, a la cual no me puedo negar.

Nos separamos y me quedé perdido en sus ojos miel, que  brillaban como si hubiesen renacido. Necesitaba besarla y que mejor ocasión que ahora, que necesitábamos al otro con algo de desesperación.

Behind the scenes • Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora