Después de un mes de llegar tarde y estar completamente descentrada
en el trabajo, al Sr Boots, mi jefe, no le quedó otra opción que despedirme. Así
que ese día no me había siquiera arreglado para ir a la oficina, tan solo me
puse lo primero que encontré y cogí un par de cajas para meter mis cosas del
despacho. Como no tenía prisa por llegar tarde me decidí a ir paseando, como
había hecho las últimas semanas. Al llegar al piso donde se encontraba mi
antiguo despacho, mi exsecretaria me miró, pero ni siquiera se dignó a
saludarme. Tampoco es que me sorprendiera, en la sociedad en la que vivo si
te echan del trabajo por tu culpa eres un apestado, ya que has desaprovechado
tu oportunidad de subir de estamento. Eso mismo, si trabajas duro pueden
nombrarte directivo general, ellos ya pertenecen a otro rango, viven en otro
distrito, comen en otros restaurantes y compran en otras tiendas. Así que entré
en silencio a mi antiguo despacho y empaqué todas mis pertenencias: fotos,
cuadros de diplomas, trofeos y premios, libros y alguna muda de ropa que
había dejado para cuando trabajaba hasta tarde.
Al salir del edificio me dirigí de vuelta a mi apartamento ya que no tenía
nada mejor que hacer. Como iba ensimismada en mis pensamientos, no me di
cuenta de que me había perdido hasta que vi la entrada de a un parque que
nunca había visto. Entré. Un riachuelo corría al lado del camino, que estaba
cubierto por las hermosas y espesas copas de los granados y almendros en flor
que se encontraban a ambos lados de este. Después de caminar un rato y
meterme por un pequeño caminito, encontré una pequeña plaza muy poco
concurrida, y ahí me senté a pensar. Pensar, sobre todo, en lo que había
dejado atrás, no mi trabajo y mi vida cómoda, antes de eso, como era mi vida y
lo que sucedió que me permitió salir de ella.
Lo siguiente que vi al abrir los ojos fue a Isabella mirándome desde
arriba, estaba tumbada en lo que parecía ser mi cama, ¿cómo habría llegado
allí? Isabella me dijo que la cena ya estaba hecha, tocándome en la cabeza y
después de batallar contra un punzante dolor en la zona trasera de mi cabeza
me levante y cene con la chica, estaba muy cansada así que simplemente le
deje una manta a Isabella por si quería quedarse a dormir y me fui a la cama, la
caja con mis pertenencias de la oficina estaba encima del escritorio, con una
nota encima, "Tori, como no te despiertas y ha llamado tu jefe un par de
veces he ido a buscar tus cosas", sin más la verdad, necesitaba dormir, no
tenía ni idea de lo que había pasado durante el día pero no estaba tampoco en
condiciones de pensar mucho.

YOU ARE READING
Sincerely
Novela JuvenilLa vida se había convertido en un ciclo sin sentido de rutina casa-trabajo y trabajo-casa. Apenas tenia amigos ni tiempo para hacer lo que quisiera o le gustara. No podía seguir así, no quería. ¿Podrá Victoria sobrevivir a los cambios que la vida le...