King and Queen | Jughead Jones (𝐄𝐧 𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧)

CAPITULO 4

Otro día más en el frio pueblo de Riverdale.
Tenía un fuerte dolor de cabeza y la voz de la profesora no me ayudaba en absoluto.

Decidí salir a tomar aire fresco. No avisé a la profesora así que supuse que eso traería consecuencias.

Caminaba por los solitarios pasillos de Riverdale High mientras el dolor de cabeza aumentaba a cada paso.

–Skylar–pude entender una voz que me llamaba a lo lejos.

Giré a mi alrededor tratando de ver de quien se trataba, pero de un instante a otro solo caí al suelo viendo mi entorno de color negro.

Desperté lentamente y un poco desorientada.
Estaba en mi habitación, lo que me pareció extraño.

A un lado pude ver la figura de alguien que miraba hacia mi ventana colocando sus brazos detrás de su espalda.

–¿Jughead...?, ¿Qué pasó? –balbucee en su dirección.

–¿Estás bien? –se acercó a mi rápidamente–te desmayaste.

–¿Qué?–pregunte exaltada mirando a un punto fijo por varios segundos.

–Sky, Skylar-hablaba repetidas veces.

–Perdón... ¿Qué?

–¿Quieres que me quede contigo? –musitó sentándose en el borde de mi cama.

Claro que sí.

–Oh no Jugh está bien–sonreí

–¿Estas segura? -frunció el ceño levemente

–Si Jughead, estaré bien–decía sin mirarlo mientras jugaba nerviosa con mis manos-Ethan llegara en cualquier momento, no quiero que tengas problemas con el.

–Está bien...–Se levanto de la cama. No se veía muy convencido, pero finalmente salió de mi habitación.

Minutos después mi hermano apareció por la puerta. No se veía muy contento así que supuse que se había encontrado con Jughead en el transcurso a mi habitación.

-¿Qué hacia el aquí?-pregunto enarcando ambas cejas y cruzando los brazos.

–Me trajo a casa-hable con indiferencia mordiendo levemente mi labio inferior.

–Claro–dijo–te dije que no te acercarás a él, ni a las serpientes.

–Y yo, te dije que ya lo veríamos –Me miro por un par de segundos más y se marchó cerrando la puerta fuertemente.

(...)

El viernes finalmente había llegado. Había sido una semana de clases muy agotadora.

Gruñí al oír el molesto ruido del despertador. Me senté sobre mi colchón por un segundo y después de algunos minutos me levanté por completo.

...

-Señorita Reynolds-la profesora murmuro mientras la mirada de los estudiantes se dirigían hacia mi dirección-¿Se encuentra bien?-preguntó parando con su clase.

-Si-balbucee sin mirarla.

Me sentía un poco cansada. La noche anterior no había dormido muy bien por lo que hoy los párpados me pesaban bastante.

Al llegar a mi casa pude compensar todas esas horas de sueño las cuales no había aprovechado la noche anterior.

Desperté por la tardé un poco aturdida y aun con un poco de sueño. En unas horas sería la fiesta de Cheryl así que finalmente me decidí en cambiarme y arreglarme, al menos un poco.