CAPITULO 34

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Caminé detrás de Jughead mirando sus descuidadas botas, mientras me despedía avergonzada de Edrick por lo sucedido minutos antes.

–¿Qué es lo que te ocurre Jughead?–Hablé una vez cruzado la puerta–Solo charlabamos.

–Ahora no es momento de charlar ni de hacer amigos, debemos derrotar a Penny, ¿No?–Dice Jughead mientras pasa de la cocina a la sala.

–Bien...–me quejo metiendo mi cabeza entre mis brazos–A veces eres insoportable.

–Aun así me quieres, linda–Guiña el ojo en mi dirección.

–En cierto punto, tienes razón–Lo miro fijamente arrugando la nariz, mientras el echa una pequeña carcajada en mi dirección.

–Siempre la tengo–Se sienta frente a mi irradiando una gran sonrisa–Estoy feliz de que estes aquí, de verdad.

–Yo también estoy feliz de estar aquí–digo mirando sus hermosos ojos y tomando su mano sintiendo su suave roce. De verdad extrañaba sentir su tacto después de tanto tiempo.

Harvey...

Su nombre se hizo presente en mi mente. Aparté mi mano con rapidez y lo mire rascando mi brazo incómoda ante la situación.

–Sky...–Me mira desanimado–Te amo, y se que tú también lo sigue haciendo.

–Jughead, no, no puedo hacerlo–Hablo firme mientras resopla en mi dirección fuertemente.

–Skylar...–Dice posando su vista en el pequeño adorno que hay en medio de la mesa–Dame solo una oportunidad, solo una y te prometo que no te fallaré–Insiste.

–Jughead, no hagas esto más complicado–respondo–Por favor.

–Bien–Jughead dice mientras enciende un cigarrillo y lo coloca sobre sus labios.

El humo inmediatamente llega a mis fosas nasales provocándome unas náuseas enormes.

–Sabes que odio que fumes–mascullo intentando esparcir el humo con mi mano, aunque es casi imposible.

–Si... Lo sé–rueda los ojos en mi dirección–Solo fumaré uno.

–Bien–Hablo con delicadeza mientras miro con detalle cada calada que da.

Tomo mi celular que se encontraba en mi bolsillo y lo enciendo dejando ver nuevamente múltiples mensajes de mis amigas, incluso de Ethan.

Vaya, Ethan mandando mensajes, eso sí que es raro.

Contesto todos los mensajes que puedo sin levantar sospechas e inventando un poco más de la excusa de Harvey. Esto es más difícil de lo que esperaba...

–Bien, ¿Qué tienes en mente?–Jughead habla repentinamente provocando un sobresalto de mi parte.

–No lo sé... Fue muy difícil salir de Riverdale sin que me vieran, Penny tiene ojos en todos lados.

–Tal vez podríamos negociar con ella.

–Lo intenté y creeme que no salió para nada bien.

–Mierda...–dijo entre dientes.

–Necesito café–Jellybean entra a la cocina con unas grandes ojeras y los ojos totalmente hinchados.

–¿Otra vez pásate la noche jugando videojuegos?–Jughead dice riendo mientras Jellybean lo mira de muy mala manera.

–Si...–responde cortante mientras se sienta en el sofá quedándose profundamente dormida.

Ambos nos miramos confundidos por la facileza de caer en un profundo sueño.

–Vaya, si que tiene el sueño pesado–Digo mirando a la pequeña niña rubia–Bien, entonces ¿qué haremos contra esa bruja?–Susurro refiriéndome a Penny.

–Le diré a mamá, tal vez ella sepa que hacer–Habló en mi dirección finalmente apagando el cigarrillo en la mesa–Tal vez ahora ella sea la única que nos pueda ayudar.

–Bien–Suspiro un poco más aliviada–Jugh–Hablo mirándolo nuevamente y poniendo atención cada lunar de su rostro–Regresaras a Riverdale, ¿Cierto?

–No lo sé, llevo bastante tiempo sin saber siquiera un detalle de mi hermana y mi madre. No quiero que vuelva a pasar lo mismo, quiero reconectarme con mi familia.

–Eso es bueno... Supongo.

–Solo iré para ayudarte con Penny, después de acabar todo el asunto con ella regresaré a Toledo–Me toma de la mano acariciando mi palma suavemente.

¿Por qué necesito tanto que se quede a mi lado?

Me desesperaba el saber que no regresaría a Riverdale. Debía alejar todos estos pensamientos de mí. El volver a verlo hizo que mis emociones dieran un vuelco totalmente. No podía aclarar si todavía lo seguía amando o solo era el recuerdo de nuestra relación, pero sabía que todo esto era injusto para Harvey.

(...)

El fuerte sonido del despertador hace que mis oídos deseen no escuchar nada por unos minutos.

Me levanté de mi cama y apague el despertador aún aturdida.
Despertar por la mañana me costaba cada día más.

Hoy se cumplía una semana desde que pude salir de Riverdale y me reencontré con Jughead. Una semana con mis emociones totalmente desordenadas y hechas un caos.

Salí del pequeño cuarto sin hacer el mínimo ruido acercándome hasta la puerta del baño.

Abrí lentamente encontrándome con el torso desnudo de Jughead mientras mantenía una toalla blanca sujeta por la cintura.

–Mierda, lo siento–Salí de inmediato cerrando la puerta rápidamente–Creí que era la única despierta a estás horas–Hablo a través de la puerta.

–Sky–dice mientras abre la puerta de nuevo–No es nada de lo que no hayas visto antes–Guiña un ojo en mi dirección mientras sale por completo del baño.

Lo miro por un segundo avergonzada y recorro cada detalle de su cuerpo hasta parar mi vista en su torso.
Las suaves líneas que marcan su abdomen me hipnotizan en cada parpadear y de pronto siento que esto es un sueño.

–Sky–Sonrie arrogante haciendo que salga de mis pensamientos y regrese a la realidad.

–Eres un idiota–digo en un susurro. No quiero que nadie despierte y nos encuentre en esta absurda e incómoda situación.

–No estoy obligandote a qué te quedes ahí parada mirándome justo cuando estoy medio desnudo–Vuelve a hablar–Yo me tendría que sentir ofendido–Se acerca lentamente a mi sonriendo.

–Jughead...–Hablo, nerviosa mientras observó cada paso acercándose a mí.

–Se que tú también lo deseas–Susurra cerca de mi oído pegando sus labios a mi cuello.

–Jughead–Exclamo separándome de él.

–Lo siento–Se aleja de mi mordiendo su labio inferior–Lo siento...

–¿Qué es lo que te ocurre Jughead?

–No lo sé...–Suspira con pesadez–Tenerte cerca me está matando, Sky–Me mira nuevamente–Solo, olvida ésto ¿Si?

–Bien–Hablo sin más.

Se da la vuelta ocultando su rostro entre sus manos y entra a su habitación.

Mierda.

El nombre de Harvey es susurrado en mi mente.
Sabía que si no lo paraba a tiempo yo tampoco podría detenerme. Tenía que ser fuerte y no dejarme llevar por mis malditos impulsos que me caracomian por dentro...

King and Queen | Jughead Jones (𝐄𝐧 𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora