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-Adelante -. Se escuchó tras la puerta.

Song muy temerosa abrió y asomó su cabeza por la puerta.

-D- disculpe padre, puedo pasar -. Le temblaban sus manos.

-Hija que gusto  me da verte, adelante pasa -.Alegre.

-Pasen -. Sung hizo ademán de que entraran.

Entraron a la gran habitación y valla que era elegante, tenía una gran alfombra roja en el centro de la habitación, fotos familiares, sillones, trajes de rangos muy altos y lo más importante que era un escritorio centrado con un hombre ya de edad algo avanzada escribiendo en él y aún costado suyo la bandera de Corea del Sur.

Caminaron hasta quedar de frente al general. Sung quedaba en medio de la nana y Jimin.

-Y bien -. Levanta la mirada  -¿Qué me tienen que decir?-. Dirige la mirada a Jimin y queda sorprendido.

-¡Que significa esto!-. Sorprendido.

Parece analizar un poco la situación.

-¡Ah ya comprendo!-. Carcajeándose.    -Tú y mi hija están saliendo -. Calmándose un poco.  -No necesitaban estar tan tensos muchachos, yo comprendo, mientras seas un buen joven  no hay nada de malo -.

-No es eso Señor -. La nana dijo angustiada.

-¿No? Entonces que es-. Dudoso.  -¿Quién eres tu entonces?-.

- Y-yo soy Park Jimin Señor, mucho gusto -. Hace reverencia.

-Si no sales con mi hija ¿A que haz venido?-.

-Yo vine a mi reclutamiento militar Señor -.

-Comprendo, pero eso no es aquí, tu reclutamiento es haya fuera con los militares que están en las oficinas -.

-No Señor, el está aquí también por otro motivo -. La nana defendió a Jimin.

-¿Cuál es entonces?-.

-E- eso se lo debería decir su hija Señor General -. La nana dijo nerviosa.

-Bien Sung te escuchó. Clavo su mirada en su hija.

-Y- yo ¡ya no puedo más, nunca conseguimos a nadie!-. Comenzó a llorar.     -¡Siempre  me dicen que no consiguen a nadie y nunca llega!-.

Jimin tenía cara de no entender nada de lo que estaba sucediendo.

-¡Todos los días sufro con éste dolor y frustración de que nadie puede ayudarme!-.

-¿¡A qué quieres llegar Sung!?-. Dijo enojado y asustado el General.

-¡Ya no aguante mas y quise terminar con mi vida!-. Calló al piso llorando.

Jimin trató de ayudar la a poner se de pie, pero la nana evitó que lo hiciera.

-¡Que éstas diciendo!-. Enojado fue a dónde se encontraba su hija.

-¡Señor le pido que sea paciente con ella!-. La nana tomo del hombro al General para tranquilizarlo.

-¿¡Porqué lo hiciste!?-. La tomo del brazo con brusquedad.

-¡Estoy harta que de todos me vean con lastima, que me traten como si fuera una muñeca de porcelana, que todos mis supuestos amigos sólo estén conmigo por mi dinero, que tú estés mas preocupado por tu trabajo que por mí!-. Llorando desconsoladamente.

-Hija yo...

-Y para que te importa tanto, si de todos modos me voy a morir muy pronto, que lo haga de una vez no le afecta a nadie -. Limpiándose las lágrimas.

Amar sin un Corazón [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora