diez

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—Song yo... -. Jimin no dijo nada y la acercó hasta sus labios.

Song cerro sus ojos y también lentamente se acerco a los labios de Jimin

—Jimin...

Ambos apunto de unir sus labios en un tierno beso, fueron interrumpidos por un golpe muy brusco. Del susto se separaron y fueron a ver de que se trataba.

Se encontraron con una escena un tanto graciosa y vergonzosa para ellos. El general Han y la señora Kang los estaban espiando por detrás de la pared, escuchando todo lo que decían, aunque no les salió del todo bien y terminaron tropezándose ambos, haciendo que los descubrieran.

—¿¡Que están haciendo ustedes dos!?—Song salió de la habitación sonrojada del enojo y de lo que estaba por suceder.

—Lo sentimos hija, no era nuestra intención —. El general se levantó del piso.

—No se preocupe general —. Jimin fue a auxiliar a la señora Kang.

Jimin y Song estaban sonrojados por la acción que estuvieron por hacer, pero trataban de disimilar lo, no eran ni siquiera capaces de mirarse a los ojos.

Aún parecía imposible que estuvieron apunto de besar se, que ambos expresaron sus sentimientos mutuos de una manera inocente y tierna, que por fin con sólo eso se dijeran lo que sentían uno por el otro, o bueno eso era lo que sentía Jimin.

—¿Ya son amigos de nuevo?—. El general pregunto. 

—Así parece —. Jimin rió bajito — ¿Qué dices tú Song? —. La volteo a ver.

—Yo... amm —. Agacho la mirada, guardo silencio unos segundos. —Supongo que si.

—¡Maravilloso!—. El general y la señora Kang dijeron al unísono.

—Sabía que esto pasaría rápido, gracias al cielo.

—¡Ashh! No es para tanto —. Song rodó los ojos. — Ni que fuera algo que salvaría el mundo.

El general de dio un sape a Song, la antes mencionada se sobaba por el dolor. —Tal vez el mundo no, pero si tu estado de ánimo hija.

Jimin y la señora Kang se reían por aquella escena un tanto conmovedora. Les daba un poco de tranquilidad saber que todo por ahora estaba bien.

—Cierto lo olvide —. La señora Kang habló haciendo que todos fijaran su vista en ella.— La comida ya esta servida, por si gustan ya ir a comer.

—Yo iré después de arreglar unos papeles, gracias, si Jimin y Song ya quieren comer, que vallan de una vez —. El general se fue a su oficina.

—Ah no como creen —. Jimin negó varias veces con la cabeza. —Yo se supone que no debería estar aquí.

—No seas ridículo cariño, yo te prometí que te daría la cena si venías, por eso tienes que venir —. La señora Kang le dio unos ligeros empujoncitos a Jimin.

—No pero... —. Jimin ponía resistencia.

—Vamos Jimin —. Song le toco el hombro. — Me dejarás comiendo sola —. Hace puchero.

Suspiro derrotado. —Esta bien, vamos —. Dejo que se lo llevaran al comedor.

En la cena todo estuvo tranquilo, hablaban de cosas normales y disfrutaban de la comida. Media hora después el general llegó y se les unió a la cena, incluso invitaron a la señora Kang a que se les uniera. Parecían una familia unida y feliz, la alegría que que permanecía en el lugar eran recuerdos que Song no quería olvidar, y mucho menos Jimin.

Amar sin un Corazón [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora