Amar sin un Corazón [Park Jimin]

doce

La sangre de su cara se bajo por completo, poniéndola de un color pálido, sus ojos se abrieron a mas no poder, sus manos y piernas temblaban por el nerviosismo, su corazón se detuvo por unos segundos y el aseguraba que se iba a desmayar en cualquier  momento, no podía creerlo, ¿por qué me pasa esto a mi? Esa era la pregunta que se repetía una y otra vez en la mente de Jimin, quería que esto fuera solo una mala broma, que saldría alguien a decirle que se equivocaron y que el pertenecía con los soldados no activos, pero en el fondo, su subconsciente le decía que nadie vendría a decirle tal cosa, que esta era la realidad, que pasaría estos dos miserables años siendo un perro del presidente y políticos surcoreanos.

Estaría de un lado a otro, haciendo labores que el odiaba, siendo entrenado para matar a cualquier persona que se le cruzará a la nación, sin compasión alguna, "matar" el sólo pensar en ello hacia que su estómago se oprimiera y las ganas de vomitar se comenzaban a hacer presentes.
El odiaría matar a alguien, manchar sus manos con sangre para siempre, no quería ser un asesino, no quería ser entrenado para reprimir sus sentimientos, ser callado y solo acatar las órdenes que le den sea cual sea, pero esta era la realidad, la cruel realidad del servicio militar, de la guerra.

Se alejo del muro en donde estaban las listas y muy decepcionado se fue de vuelta con sus amigos, quería olvidar se de todo esto.

—¡Jimin!—Tae se acerco con su amigo, pero se detuvo al ver su expresión. —¿Qué ocurre?

—No es nada —. Hizo un esfuerzo para que no se le quebrara la voz. —Es solo que... E-es que me quede en soldados activos —. Contuvo la respiración para evitar llorar.

La cara de Tae se entristeció, sabía perfectamente que su amigo Jimin  no quería ser soldado activo. —¡Ohh Jimin! Lo siento, pero ve el lado bueno, estarás con Jungkook y conmigo —. Tratando de alegrarlo.

—Supongo que tienes razón —. Ladea la cabeza. —Pero yo no quería aprender a disparar.

—Ya, ya no te aflijas más, es sólo por un tiempo, no será para toda la vida —. Abrazándolo por los hombros.

—Gracias por el consuelo Tae —. Sonriendo tristemente. —No tienes nada que agradecer Jimin, para eso están los amigos, ahora vamos a escuchar las indicaciones que nos van a dar.

—Si vamos —. Juntos se fueron de nuevo a formar, Jungkook ya estaba formado, al ver a los dos se alegro y quiso ir con ellos, pero su rostro cambio a uno de preocupación al ver la cara con la que venía Jimin.

Camino decidido y fue al lado de los dos —¿Sucede algo hyung? —. Preocupado por Jimin.

—Nada de que preocuparse Jungkook, sólo que no nos vamos a separar por el resto de los dos años.

—¡En cerio! Se quedo en soldado activo —. Su rostro dibujo una sonrisa de felicidad. —Pero.... ¿Debería sentir me feliz por eso?—De nuevo un rostro de preocupación.

—¡Claro que sí!— Tae habló rápidamente. —Estaremos los tres juntos, sin que nadie nos separe.

—Pero ¿y usted hyung? No quería estar...

—Tae tiene razón, Jungkook, era lo que los tres queríamos ¿no? Que todos estuviéramos juntos —. Embono una fingida sonrisa de felicidad.

—Eso es verdad —. Los tres se abrazaron saltado por la felicidad que sentían en ese momento; a excepción de uno.

Una parte de Jimin estaba feliz de que no se separaría de sus mejores amigos, que en tan poco tiempo de convivir con ellos le tomo un cariño muy especial. Pero al otra parte le decía a gritos que el no pertenecía ahí, que el no estaba hecho para esto, que saldrían mal las cosas y esto sería un fiasco total, quería ponerse en cuclillas cubrirse los oídos con las palmas de sus manos, para así omitir cualquier sonido que proviniera del exterior y concentrase en sí mismo, cerrar los ojos muy fuertemente y ponerse a llorar por lo frustrado y vulnerable que se sentía justo ahora, pero no podía hacerlo, debía aparentar felicidad, o al menos no estar abatido por la situación, debía mostrarle a sus amigos que estas cosas no le afectaban en lo más mínimo; pero en realidad si.